domingo, 30 de septiembre de 2007

UN JARDIN ANDALUZ EN FRANCIA

En el año 1906, Joaquín Carvallo, médico de Don Benito (Badajoz) compró, gracias a la inmensa fortuna familiar de su esposa, el Castillo de Villandry, a orillas del río Cher, afluente del Loira, en medio de un paisaje bucólico pleno de serenidad y misticismo y lo llenó de los mejores muebles y, sobre todo, de cuadros, pues la pintura era su pasión.
Ahora, 100 años después, este castillo y sus jardines de ensueño es el más visitado de Francia y lo enseña al público su nieto, Henry Carvallo, de 43 años.
El castillo se contruyó en el año 1536 por Juan el Bretón, Secretario de Estado de Francisco I, rey de Francia, que mantuvo guerras con Carlos V, para situarnos en la época históricamente.
En el siglo XIX, el primitivo jardín renacentista del castillo había sido destruido y sustituido por un jardín de tipo inglés, mucho más fácil de cuidar. Pero aquí interviene nuestro paisano. El doctor Carvallo había nacido en 1869 y viajó a Madrid donde estudió con brillantes resultados la carrera de Medicina. Sus padres habían fallecido y eran ocho hermanos, así que Joaquín marchó a París para buscarse la vida. En París trabajó con el doctor Charles Richet, que en 1913 ganaría el Premio Nobel por sus investigaciones de Fisiología.
La vida de Carvallo dió un giro de repente cuando conoció en su trabajo a una joven y hermosa becaria americana, de Lebanon (Pensylvania, EEUU) llamada Ana Coleman, heredera de un importantísimo patrimonio gracias al negocio siderúrgico de su familia. Ambos se enamoraron y se casaron. A los pocos años buscaron una casa donde criar a sus tres hijos en un ambiente más saludable que la ciudad, así encontraron el Castillo de Villandry, que Carvallo compró por 120.000 francos a un anciano farmacéutico local.
En los muros del castillo colgó su importante colección de cuadros del siglo XVII, época que le apasionaba, Zurbarán, Alonso Cano, Berruguete, Juan de Arellano etc.... Recurrió a fuentes documentales para investigar como había sido el jardín primitivo de la propiedad, así como los jardines renacentistas en general y los de las abadías benedictinas, pues le interesaba el misticismo. Tras el estudio, se puso manos a la obra. Contrató a dos paisajistas andaluces, Antonio Lozano y Yañer de Winthuysen, que supieron imprimir a los jardines del castillo un aire morisco y andaluz que aún conservan.
Los jardines están divididos en cuatro áreas temáticas:
1º.- El jardín ornamental propiamente dicho, dedicado al amor tierno, al amor apasionado, al amor infiel y al amor trágico, en diferentes parcelas.
2º.- El jardín del agua, donde se oye el agua correr por todos los rincones.
3º.- El jardín de las plantas aromáticas, tipicamente monacal.
4º.- El huerto, donde los colores de zanahorias, calabazas, lechugas etc...juegan con sus colores formando paisajes deliciosos.
Carvallo fundó la "Demeure Historique", entidad que permitió la recuperación y apertura al público de propiedades históricas en manos privadas y la suya fué la primera.

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