Golda Bechal
La cliente habitual de un restaurante chino, Golda Bechal, ha legado la mayor parte de su fortuna en su testamento a sus restauradores favoritos. Kim Sing Man y su esposa, Bee Lian Man; los afortunados herederos, son dueños de un pequeño restaurante en el sureste de Inglaterra, en el pueblo de Witham, condado de Essex. The Lian Restaurant sirve platos de Pekín y Sichuan y sus propietarios nunca esperaron recibir esta inesperada herencia de 15 millones de euros, aunque mantenían una gran amistad con la fallecida.
Golda Bechal, dueña de un gran imperio inmobiliario, conoció a Kim cuando este tenía tan sólo 13 años, porque ese año, 1969, su padre alquiló a Golda el local del restaurante. Las dos familias entablaron amistad porque el marido de Golda hablaba cantonés. Pero cuando el marido de Golda falleció en 1971 y tres años después perdió la vida Peter, su único hijo, a los 28 años, los Man se convirtieron en su mejor punto de apoyo contra la soledad.
Golda iba con ellos de vacaciones o pasaban todos juntos la Navidad en su lujoso piso de Myfair. Para los Man era como una abuela, cada lunes cuando Kim iba a Londres a comprar provisiones para el restaurante, le llevaba sus platos favoritos y cada domingo la visitaba toda la familia para hacerle compañía. En estos años, nadie de su familia se ocupó de ella, de su salud o su soledad, pero a su fallecimiento, cinco sobrinas y sobrinos acudieron como urracas a reclamar la herencia y llevaron a juicio a los Man, acusándoles de haberla convencido para que hiciera testamento a su favor.
A la vista de las fotos de tantos años de amistad con la familia china, de oír los testimonios de todos ellos (quién conocía de verdad sus gustos y quién no) y de que además Golda se había ocupado de especificar en el testamento unas asociaciones judías a las que también deseaba legar algo, vamos que estaba muy lúcida para todo pero no deseaba dejar nada a sus sobrinos, el Juez ha decidido que el matrimonio Man tiene perfecto derecho a heredar lo que Golda les ha legado y los sobrinos, aparte de quedarse con un palmo de narices, deberán pagar las costas del juicio que suman 750.000 euros.
2 comentarios:
Pues yo,que por supuesto no sé ni entiendo de leyes.. , además de pagar las costas del juicio,hubiese obligado a sus "amantisimos sobrinos", una foto en prensa con u npiede foto que dijese algo asi como "Los cuervos"
Anda y que les den!
Muy bueno, Laikaa ;-)
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