Y DESPUÉS DE TODO....MULTADO

A un ciudadano madrileño le ha ocurrido una aventura verdaderamente surrealista, como por otra parte suelen ser todas las "aventuras burocráticas". El buen hombre acude a una cena de esas que se organizan estos días, como apenas hay sitio en ninguna parte para aparcar y llega ya tarde, aparca bastante mal frente al bar al que acude, son ya las 23,30h y piensa el hombre que por un rato no incordiará mucho aparcar ahí. Pero a la salida sus desorbitados ojos ven que su coche está completamente quemado y rotos los cristales porque algunos gamberros han aprovechado la madrugada para hacer de las suyas y quemar coches, contenedores de basuras etc...
Pero el disgusto no acaba en la pérdida del coche. Llamada a la policía, que toma nota y recomienda buscar un desguace donde depositarlo. Como el seguro es exclusivamente de daños a terceros, no le van a compensar en absoluto, pero si ofrecen el servicio de grúa si lo desea para llevarlo a un desguace. Pero resulta que no encuentra desguace que lo quiera, pasan tres días, cuando encuentra uno que está dispuesto a quedarse con el coche, resulta que le han puesto una multa por estar mal aparcado. Y el hombre clama, y con razón, que si le han quemado el coche ¿cómo lo va a quitar de allí hasta que no encuentre quien se lo quede?, los gamberros no aparecerán pero son capaces de incautarse del importe de la multa a través de su banco, al tiempo.