viernes, 14 de diciembre de 2007

PERRO SOLITARIO


En la calle Flora, de Valencia, fue ayer un espectáculo contemplar a un enorme bobtail sobre el alféizar de una ventana de un primer piso, que los dueños debieron dejar abierta antes de abandonar la vivienda.
Para poder regresar "a casa" el perro debía retroceder pasito a pasito pues el borde era tan estrecho que no permitía giros. No obstante, como se sentía solo, cada vez que lograba volver atrás, salía de nuevo volviendo a correr el peligro de caerse. Según parece la dueña lo deja solo, a él y a un cachorro que no para de llorar y ladrar ni un sólo instante y los vecinos están desesperados.
Total que menos la policía o los bomberos a quienes hubiera debido afectar el caso, y que fueron avisados sin que aparecieran, todos los vecinos del barrio pasaron el día pendientes del perro, incluso llegaron a sostener una manta por si llegaba a caerse.

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