INCÓMODA SITUACIÓN
David Leggat, un hombre de 55 años, ha debido pasar cuatro difíciles e incómodos días en un baño de una bolera al que entró y ya no pudo salir porque el picaporte se rompió. Sucedió en Aberdeen (Escocia). El pobre hombre no disponía de teléfono móvil ni de comida, solamente podía beber agua. Al parecer nadie le oyó gritar hasta que al cuarto día, Cathy Scollay, que entró a trabajar, escuchó sollozos y gritos pidiendo ayuda. Seguramente la próxima vez, dejará la puerta entornada.
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