domingo, 26 de diciembre de 2010

CUANDO LOS JUECES SE HACEN PROMOTORES


CUANDO LOS JUECES SE HACEN PROMOTORES

Según La Gaceta, el titular del juzgado nº3 de instrucción de Palma de Mallorca, José Castro, el mismo por cierto que instruyó el caso de Jaume Matas, se asoció con una promotora mallorquina, Reyco 1998, para adquirir un solar en primera línea de playa, en septiembre del año 2000.

El solar les salió por 192.323,87 euros, y en él construyeron a medias, juez y empresa, dos viviendas de nueva planta, unifamiliares y pareadas, que registraron con un precio de 134.927,22 euros en diciembre del año 2000.

Menuda prisa se dieron en construirlas, sólo tres meses, en dos alturas, con terrazas y garages. Cercanas al Club Marítimo de Levante, a cuatro kilómetros del centro y rodeando al Portixol, antiguo barrio de pescadores reconvertido ahora en paseo marítimo. Vamos, que las viviendas están en un sitio envidiable.

Una vez escrituradas las viviendas, la sociedad del juez con la empresa se deshizo, o sea que duró lo justo para construirlas, y cada uno de los socios se adjudicó una de las viviendas.

Según consignaron en el registro de la Propiedad, entre el coste del solar y el de la obra, las casas sumaban un coste de 327.251,09 euros a pagar por mitades iguales entre ambos.

Bueno, pues el mismo juez que consideró llamativo que Jaume Matas pagara 200.000 euros en efectivo por una propiedad, va y según reza literalmente el Registro de la Propiedad, pagó la mitad que le correspondía, que eran 163.635,54, sin hipoteca y al contado. En ese momento el sueldo del juez era casi de 2.000 euros mensuales.


Cuando instruyó el caso Matas, el juez hizo hincapié en que éste había adquirido una vivienda por un precio sensiblemente inferior al del mercado, pero cuando él fue al banco a solicitar un crédito contra su nueva vivienda unifamiliar, en diciembre de 2001, el BBVA la tasó en 329.007, 43 euros, o sea, más del doble del precio declarado por el juez.

El precio de la hipoteca solicitada en ese momento por el juez Castro fue de 162.276,26 euros, casi lo mismo que dijo haber pagado ya por la casa construida a medias con el promotor el año anterior.

Por cierto, el dueño de la empresa promotora con la que se asoció, Antonio Cobián, está encausado nada menos que en 12 procedimientos abiertos contra él en los juzgados de Palma de Mallorca, algunos son juicios de menor cuantía y se remontan desde el año 94 al 2008. Todo lo cual no fue óbice para que el juez se asociara con él. 

El mismo promotor tiene una reclamación de la Tesorería General de la Seguridad Social por un impago de 273.999 euros desde 1998; y su esposa, que ha participado con él en alguna sociedades, está igualmente demandada en cinco procedimientos judiciales, entre 1994 y 2004.

Hasta ahora en España la Justicia tenía fama de lenta, lo que no sabíamos es que además formaba sociedad con los delincuentes cuando le convenía.

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