domingo, 10 de julio de 2011

EL SEÑOR R


EL SEÑOR R

En un golpe de tuerca más, ayer Freddy ya no fue Freddy, ni Pepunto, ni Rubalcaba, ayer se convirtió en el señor R (R de recesión, de ruina y de recortes). Y nos trajo recuerdos inevitablemente del señor X de los Gal, que no asistió al discurso.

Eso sí, toda la propaganda sin puño ni rosa y casi sin PSOE, sólo R que R.

Se nos dejó caer con un discurso de gran giro a la izquierda que era como una moción de censura contra Rodríguez y contra él mismo, que sigue en su Gobierno hasta hoy; todo lo que han hecho estos años lo borra de un plumazo el señor R y dice que el "orgullo de ser socialistas está en ser austeros". Eso sí que es cambiar como un calcetín y que podría haber recomendado a Chaves, Griñanes y demás a lo largo de este septenio dramático que nos llevan dado a todos. Con razón ha dicho de él Llamazares que promete lo contrario de lo que hace. Igual en uno de sus cambios se nos ha vuelto jesuítico, por aquello de "haz lo que yo diga y no lo que yo haga".

Por cierto que no hace ni un mes que el señor R votó en contra de una de sus ahora propuestas estrella. El PSOE se opuso a la propuesta de IU-ICV en el Congreso de recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio para las rentas más altas, con el pretexto de no poder aplicarlas debido a la crisis y hoy, con la misma crisis, saca la propuesta el flamante señor R como propia y salida de su caletre. Y un poco antes, también IU-ICV intentó en diciembre pasado cambiar el reparto de escaños, y el PSOE se opuso igualmente.


También se opuso el PSOE en sede parlamentaria a limitar el sueldo de los directivos, a crear un impuesto sobre transacciones de la Banca y Bolsa y a convertir las cajas en una banca pública, todo ello con Rubalcaba en el Gobierno. Y ahora llega el señor R con esas propuestas, quien no le conozca, que le compre.

En cambio, la vieja guardia socialista anda encantada con el discurso del señor R, pero lo mejor fue al final ver a quien abrazaba el candidato y a quien ignoraba por completo. Muy significativo el gran abrazo que dio a Bono, antes que a Rodríguez. Los ignorados pueden ir haciendo las maletas para irse a su tierra.

Numerosos guiños a los indignados del 15-M, que ya decíamos que eran de su cuerda y ahora se demuestra. Todo ello en un intento de levantar la moral de la tropa antes de la batalla electoral que se aproxima. 

El secretario de Organización de su partido lo definió como "el último cohete", haciendo un paralelismo poco afortunado con el lanzamiento americano del transbordador Atlantis, de lo que se deduce que están que no dan una ni cuando quieren hacer alabanzas.

Y se da por hecho en los mentideros políticos que Antonio Camacho, el del Faisán,  sustituya  al señor R en su ministerio. Peor, imposible.

Así que ya lo saben, acaba de aterrizar el señor R, que no se hace responsable de nada de lo hecho por el gobierno anterior (el suyo) y que sólo recuerda como de pasada el nueve de mayo de 2010, cuando España quebró de facto y Rodríguez hubo de despedirse de pasadas alegrías monetarias y comenzar a tomar, obligado por Bruselas, medidas muy impopulares para los suyos, acostumbrados a los fastos y al reparto magnánimo. Ha llegado el señor R para hablar de austeridad, él que ha participado en tantos gobiernos de derroche, y lo hace sin el menor rebozo, para que podamos hacernos una idea de su calidad moral.

Muy pronto los españoles tendremos la última palabra. 

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