domingo, 3 de julio de 2011

LAS OSCURAS REDES DE LAS FARMACÉUTICAS


LAS OSCURAS REDES DE LAS FARMACÉUTICAS

Hace años que se firmaron protocolos para que los regalos a médicos por parte de los visitadores no excedieran de un precio máximo equivalente más o menos a un bolígrafo de buena calidad. Asimismo se trató de hacer desaparecer las bonificaciones a las farmacias. Pero ni unas cosas ni otras han disminuido en absoluto, más bien se han camuflado.

Ahora se le proporciona al médico una cámara de fotos de mil euros para que "haga un estudio", el médico hace una foto y escribe unas palabras, no le pagan pero le dejan la cámara en propiedad. Igual ocurre con el último grito en ordenadores, fotocopiadoras etc... Y naturalmente con los viajes de "formación". Se les da un cursillo de una semana en Isla Mauricio o las Seychelles sin que sea explicable para qué hay que ir tan lejos y con sus parejas respectivas para escuchar una conferencia de una hora sobre un medicamento. Pero después se espera de ellos que receten el producto. No se les paga dinero en efectivo pero si la estancia en hoteles de gran lujo con todos los gastos pagados.

Lo mismo pasa en las farmacias, compran al laboratorio de genéricos o marca que les da bonificaciones. La mayoría de las veces estas no figuran en la factura para no dejar rastros, o llegan sin factura o las deja en mano el vendedor del laboratorio.

Naturalmente esto influye en las prescripciones ya que se cree que la gran industria farmacéutica invierte 10.000 euros por médico de media para obtener sus objetivos. Y todos estos gastos debe sostenerlo al final el precio del medicamento. También está financiando la industria farmacéutica conferencias, estudios, revistas y hasta las sedes de asociaciones de pacientes. Todo esto necesita ser clarificado ante la sociedad.

Por todo eso, a pesar de la lucha constante de las Autonomías por los precios, hay médicos que siguen recetando marcas, que cambian unas por otras de la noche a la mañana cuando el enfermo estaba satisfecho con la anterior e igualmente farmacias que dejan de tener el genérico de un laboratorio y pasan a tenerlo de otro que les da mejores condiciones comerciales.

Y mientras el Gobierno no se moje con una ley que impida realmente estas financiaciones, el que queda desprotegido de verdad es el paciente al que acaban confundiendo entre unos y otros y termina no sabiendo lo que toma, sobre todo los polimedicados de larga duración. Hay que exigir que todas las financiaciones de la industria, del tipo que sean, se hagan públicas de manera que cualquiera pueda tener acceso a ellas.

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