viernes, 15 de abril de 2011

¿EN QUÉ MUNDO VIVIMOS?



¿EN QUÉ MUNDO VIVIMOS?

No podemos menos de preguntarnos esto viendo lo que vemos a diario en España.

Todo un Presidente de Gobierno, por desgracia el nuestro, va a China y anuncia a toda la prensa que China invertirá miles de millones en España. Al día siguiente, sale el vicepresidente chino diciendo que ellos no han dicho nada de eso. Las afirmaciones de Rodríguez son un  delito, ha faltado a la verdad en el ejercicio de sus funciones, y esto ha afectado a la Bolsa, lo que le hace incurrir en el artículo 284 del Código Penal, que impone pena de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a veinticuatro meses a "quien difundiere noticias o rumores, por sí o a través de medios de comunicación sobre personas o empresas, en que a sabiendas se ofrecieren datos económicos total o parcialmente falsos con el fin de alterar o preservar el precio de cotización de un valor o instrumento financiero, obteniendo para sí o para terceros beneficios económicos superior a los 300.000 euros o causando un perjuicio de idéntica cantidad". ¿Pasa algo?. En España nunca pasa nada, ¿no lo han dicho? Pues habrá sido una confusión, ya invertirán algo, y se queda tan contento. Y los españoles se aguantan, que es lo peor.


Telefónica anuncia que va a repartir 450 millones de euros entre 1.900 directivos, se supone que por los buenos resultados, no va ser por los malos; además repartirá 6.900 millones en dividendos a sus accionistas. Y con estos magníficos resultados, anuncia que va a eliminar el 20% de sus puestos de trabajo en España. Se ve que la deslocalización le da mayores beneficios. Y los españoles, también lo aguantan.

Parece que las cajas van a necesitar nuevas ayudas, quizás 7.500 millones más, dinero que sale de los bolsillos de todos los españoles, los mismos españoles a los que no dan créditos, les quitan las viviendas al tercer recibo impagado, les reducen los sueldos o los despiden directamente, si son jubilados les congelan las pensiones, pero nadie se mueve.

En España la gente es capaz de manifestarse porque un equipo corra el riesgo de bajar a segunda, porque un árbitro pite mal, por cualquier tontería antes de manifestarse por lo principal: sus propias habichuelas. 

Tenemos cinco millones de desempleados, no se queden parados, todos en marcha a exigir al Gobierno medidas de austeridad para que todas sus meteduras de pata no tengan que salir de nuestros bolsillos, o al menos nos salgan más económicas.

Y a la cárcel con todos los que se lucren con dinero público, ellos, sus hijos, hermanos y demás parientes y afectos. ¡Basta ya de tanta basura!

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