Y AHORA LA HIJA DE VIERA

Y AHORA LA HIJA DE VIERA

Esto no es ya un fondo de reptiles, sino el cuento del nunca acabar o el del suma y sigue, porque parece que no hay papaíto socialista más o menos bien colocado que no aproveche para colocar  a su vez a los niños.

Entre julio de 2003 y enero de 2004, el IFA (Instituto de Fomento de Andalucía), destinó dos subvenciones de 450.759 euros cada una, sacados del llamado "fondo de reptiles" a la sociedad Marco de Estudios y Proyección Siglo XXI SL, donde "casualmente" estaba contratada Sonia Viera Rodríguez, hija del secretario general del PSOE de Andalucía, José Antonio Viera, que en ese momento era  consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico de la Junta de Andalucía, y por lo tanto quien dio el dinero de la primera subvención, el de la segunda ya lo dió otro imputado en el asunto de los ERE falsos, Antonio Fernandez Ramirez, que le sucedió en el puesto. Precisamente fue Viera quien se inventó lo de tener un "fondo de reptiles" para tales casos.

La niña duró en la mencionada firma un año, lo justo para cobrar las subvenciones. La empresa tenía solamente dos trabajadores en plantilla, pero curiosamente el administrador único de la empresita es Tierra Virgen Alimentación SL, la firma que llevaba el concejal del PSOE en El Pedroso, entre 1999 y 2003 con Rafael Rosendo de alcalde, como ya hemos comentado en otra ocasión.

Por cierto, recordemos que Rosendo anda imputado en lo de los ERE por recibir una prejubilación de Cydeplast (Dos Hermanas) sin haber trabajado en su vida allí. 

Y todavía dice Viera que de dinero opaco, nada de nada, porque todos lo conocían. Si es que estos socialistas tienen más cara que espalda.

Hasta hicieron, según el diario EL Mundo, un ERE personal y único a un concejal del PSOE en San Fernando (Cádiz), Francisco Sánchez Reyes, que trabajaba en la empresa  Fábrica San Carlos S.A., dándole del "fondo de reptiles " 188.396,82 euros y desde 2007, además, concejal. Todo queda en el partido, al fin y al cabo ellos no ponen ni un euro, qué más da repartir a manos llenas cuando los que pagan son los ciudadanos y ellos, mientras, se están forrando.