LUCES Y SOMBRAS

LUCES Y SOMBRAS

Poco a poco y a cuentagotas vamos sabiendo mucho de lo que se nos ha ocultado durante años. Ahora, además del caso Blanco y el caso Urdangarín sale el de David Rocasolano, primo de Leticia Ortiz, esposa del heredero de la Corona, que está implicado en el caso de corrupción del ayuntamiento socialista de Ciempozuelos, Madrid, acusado presuntamente de extraer 385.000 euros de la cuenta en Frangest S.L. (una de las sociedades tapadera de Francisco Javier Marazuela, presunto testaferro del entonces edil de Ciempozuelos, el socialista Pedro Torrejón) de uno de los imputados por blanqueo de capitales, obtenidos ilicitamente de las comisiones pagadas por algunos constructores a los responsables de dicho ayuntamiento.

Rocasolano dijo al juez que sacó ese dinero para comprar una vivienda con garage en septiembre de 2006, en la urbanización Las Lomas, en Marbella, Málaga. Pero ni justificó por qué lo hizo ni en base a qué lo retiró. Por cierto que el Sindicato "Manos limpias" denunció entonces trato de favor para el primo hermano de Leticia.

David Rocasolano aparece ahora relacionado con un nuevo fondo de inversión con diferentes sociedades pantalla y vinculado con el financiero y multimillonario americano Warren Buffet. Entre unos y otros, el Rey anda de un humor endiablado y no sabe si celebrar las Navidades o salir corriendo. 

De momento, parece que ha encargado a José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao y marqués de San Saturnino, presidente del bufete Romero Moreno Abogados, que asesore discretamente a Iñaki Urdangarín, que a cada momento que pasa lo tiene más crudo, sobre la estrategia a seguir. Este abogado ya viene asesorando al Rey en sus asuntos privados desde 1993. Pero ahora la cosa se ha puesto difícil porque cada día salen nuevas ramificaciones y ya no saben si no sería mejor que se divorciasen Iñaki y Cristina, mientras pasa la tormenta, aunque luego volvieran a estar juntos. Cosas peores hemos visto, la cuestión es que el Rey no quiere que la Corona resulte aún más dañada, pero Urdangarín, por ahora, calla.