VOLVEMOS A 1996

VOLVEMOS A 1996
Volvemos de repente a 1996, como en un episodio de "Cuéntame"; aquél año la campaña electoral estuvo adobada por las mil trapacerías cometidas por los socialistas y ahora, tres lustros después, tenemos a Pepiño con el caso de la gasolinera y el presunto cobro de dinero a cambio de favores, amén de los ERES, los fondos de reptiles y todo el patio de Monipodio que llevan montado.

Pero para que la ilusión de volver a 1996 sea completa, este mediodía reunen en Dos Hermanas a los antiguamente inseparables (¿Recuerdan el "dos por el precio de uno" de González?) y que desde hace quince años no se hablan, Alfonso Guerra y Felipe González. Justo en el cierre de campaña de entonces en esa misma localidad sevillana, fue la última vez que estuvieron juntos y que apenas si se miraron a la cara. Ambos subirán hoy de nuevo al escenario en un intento desesperado de movilizar a sus bases. Dos Hermanas fue siempre el feudo de González, hasta tuvo allí su primera novia, y hoy volverá para intentar hacer remontar a un candidato que se hunde.

La encuesta del CIS que se hizo pública ayer los ha dejado sonados, más de 16 puntos de diferencia con el PP. Por eso la vieja guardia tratará de salvar al partido del hundimiento total.

Tan mal están las cosas que se han visto obligados a fletar 400 autobuses que acudirán desde toda España para llevar gente con todos los gastos pagados para tratar de llenar el velódromo de Dos Hermanas. Ese tremendo gasto es el ejemplo más claro de como han gestionado las cuentas públicas, gastando sin tasa en beneficio propio y de los amigotes, por eso están en caída libre. Y lo que les queda.