OPERACIÓN LIMPIEZA

 



OPERACIÓN LIMPIEZA


Sigue la prensa desgranando la "Operación Limpieza" que organizó el PSOE para esconder los ERE fraudulentos de la Junta de Andalucía.


Según declara a la Guardia Civil la ex asesora, el fin de semana del 20 y 21 de noviembre de 2010 hubo reunión extraordinaria de altos cargos del departamento con el actual consejero de Empleo, Manuel Recio, y personal externo de la Conserjería para "reelaborar" expedientes.


Desde las nueve y media de la mañana de aquél sábado comenzaron la "Operación Limpieza". Toda la cúpula del departamento estaba allí, incluido el actual director de Trabajo, Daniel Alberto Rivera.  Y el domingo acudieron además el que fuera jefe del gabinete del consejero, Rafael Calvache, su mujer, y la ex directora gerente del SAE, Alejandra Rueda.


También acudió el consejero Recio y su actual viceconsejero, Justo Mañas. Les faltó avisar al telepizza, por aquello de animar los intermedios. Al parecer, se encerraron todos a discutir y las voces se oían alzarse tras las puertas cerradas.


Y en ese fin de semana interminable, rastrearon correos electrónicos, documentos, archivos de ordenadores, volvieron todo del revés para encontrar las pólizas de las prejubilaciones, "había que reelaborar la lista de expedientes vivos por provincias", dice la ex asesora,  y todo sin dejar rastro, hasta el punto que lo grabaron en una memoria USB para intentar que no quedara rastro en el ordenador.


Luego hubo que hacer desaparecer también los rastros de su presencia allí en horario desusado, para que los funcionarios no se enteraran de lo que habían organizado aquellos dos días; vasos, botellas, papeles, todo tenía que desaparecer para que nadie supiera que había sido un fin de semana de intenso trabajo, hasta fregaron las tazas y copas en el baño, según la ex asesora.


La guasa andaluza comienza a hacer correr la especie de que esos han debido ser los únicos dos días que estos han trabajado intensamente en todos estos años.


Esperemos que la condena a Jaume Matas no sea una raya en el agua sino que estos sean también condenados con lo que les corresponda de cárcel a cada uno y, sobre todo, obligados a devolver todo lo malversado, afanado y dilapidado alegremente en comilonas y otras "fiestas", como las que cuenta el chófer de Guerrero.