miércoles, 7 de marzo de 2012

SIGUE LA RETAHÍLA DE DELITOS






SIGUE LA RETAHÍLA DE DELITOS


Cada día nos desayunamos con nuevos delitos económicos cometidos en uno u otro sitio y casi siempre por las mismas personas.


Desde Laura Gómiz con su teoría de "si no hay plan de inversión, nos lo inventamos" hasta el  ostentoso consorte que tampoco quieren estigmatizar porque ya se estigmatiza bastante él solito.


En una nueva grabación Gómiz reconoce que hay más de 38 proyectos con documentación incompleta pero "que si no hay los documentos nos lo inventamos ahora mismo, yo tengo más capacidad de inventar que nadie". Todos estos inventos los hacía para entregar a sus conocidos y amigotes ayudas a las que no tenían derecho, ayudas que salían del bolsillo de todos los andaluces.


Y un nuevo caso de los fondos de reptiles, Ángel Rodríguez de la Borbolla y Camoyán, hermano del ex presidente de la Junta de Andalucía, Pepote Rodríguez de la Borbolla, y ex alcalde de Cazalla de la Sierra (Sevilla), que recibió nueve millones de euros en ayudas directas del fondo de reptiles, así como Enrique Rosendo y José María Sayago, ex ediles socialistas que recibieron trece millones de euros de los mismos fondos de ofidios.


A Ángel Rodríguez de la Borbolla ya se le concedieron más de quinientos millones de las antiguas pesetas para poner en marcha una empresa de ionización por acelerador de electrones"en relación con los procesos de alimentación". Se los concedieron antes incluso de tener los terrenos donde construir la planta. Con razón se llaman "subvenciones a fondo perdido", ¡y tan perdidos!, la empresa nunca se hizo y del dinero nunca más se supo. Trabajo tiene la Juez Alaya.


Y sale a relucir también un sobrino de Felipe González que estaba de mochilero en una empresa pública, lo que significa cobrar sin aparecer para nada por allí mientras en realidad trabajaba en otra empresa, de la que también cobraba.


Y la noticia de que Urdangarín cobró a la empresa Agval, Aguas de Valencia (él personalmente, no  su socio) 125.000 euros por gestiones para conseguir trasvases de los dos principales ríos de Jordania, que es algo similar a hacer un estudio sobre pozos en el desierto. El dinero fue directamente a una cuenta en Credit Suisse, en Lausana, Suiza. El proyecto nunca se llevó a cabo. Para ser empresas no lucrativas, bien que se lucraban. Pero no lo estigmaticemos ni a él ni a su esposa y socia, la infanta Cristina, faltaría más, de casta les viene a los galgos, no hay más que mirar los ascendientes de un lado y de otro.

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