CUANDO NO SE SABE HACER AMIGOS

Su falta de modales, le pasará factura con EEUU

Cuando no se sabe hacer amigos es más que probable que se creen enemigos. Eso le pasó a Rodríguez en el año 2003, cuando permaneció sentado al paso de la bandera americana. Toda la tribuna de pie y él, sentado.
Pues aquella sentada, aquella falta de respeto, de cortesía y de educación ante una bandera, que dé por sentado también que los americanos nunca la van a olvidar, va a dar igual quién esté al frente de la Casa Blanca, porque lo que él en su supina ignorancia no sabe es que sea quién sea, va a ser siempre un patriota, un amante de su país que no perdonará nunca tal ofensa. Y tal como ha esperado sentado que Bush le permita acudir a la Casa Blanca, seguirá esperando sentado la invitación de quien le siga en el poder. Y ya puede comer pavo en Ferraz el Día de Acción de Gracias, aprender a jugar al beisbol o vestirse de animadora y hacer globitos con goma de mascar que los americanos no van a olvidar la ofensa. Y, por otra parte, hacen muy requetebien, que antes de entrar en política, por lo menos, hay que aprender modales. Lo uno no está reñido con lo otro.
Esto viene al hilo de que preguntados insistentemente y por separado tanto Mccain como Obama, si recibirán a Rodríguez en el despacho oval de la Casa Blanca, ambos han respondido practicamente lo mismo "que tendrán en cuenta las prioridades" de EEUU. Más claro, agua. El señor Rodríguez no es una prioridad para EEUU ni en sueños.