VISTA DEL " CASO LOS CÁRMENES"

La urbanización de lujo ya construida y vendida.

¿QUIÉN SE LLEVÓ EL DINERO?

Precioso caso jurídico éste, tanto en el sentido legal como por la posibilidad de observar a la jauría humana.
Se trata del caso de la venta de terrenos de "Los Cármenes", campo de futbol propiedad del Granada C.F., que colea desde 1997.
Lo primero y muy curioso es que la Fiscalía de Granada no presentará cargos contra los nueve imputados, al considerar "que no existen irregularidades de trascendencia penal en la escritura pública de venta, la escritura de subsanación posterior, ni en la inscripción registral de la compraventa".
La Fiscalía considera que la empresa Lasazur abonó a los acreedores del Granada C.F. "una cantidad superior a la estipulada en la escritura pública"( ¿desde cuando es legal eso, aunque sea ya una costumbre?) y que la operación de compraventa fue correcta, así como las obligaciones tributarias derivadas de dicha venta.
Pero mira por donde el juez Miguel Angel del Arco, del juzgado de instrucción número 6 de Granada, opina otra cosa y ha sentado a quince personas en el banquillo de los acusados, nueve de ellos a título individual y el resto como personas jurídicas en representación de empresas, inmobiliarias etc..., ni que decir tiene que en tantos años el procedimiento acumula ya nada menos que 17.000 folios. Con decir que se sientan en el banquillo un notario, un registrador de la propiedad y hasta la ex directiva del Club de aquellos años. La fianza impuesta a los acusados, habla por sí misma, nada menos que 2, 6 millones de euros, y eso que para la Fiscalía no hay delito alguno.
Los terrenos son hoy en día ya una urbanización de lujo y habitada así que lo que se va a dirimir es más bien lo que pasó con el dinero porque el caso es que a día de hoy el Club se encuentra sin campo, sin dinero y con deudas; a este respecto hay que reconocer la capacidad de magia de los políticos y las inmobiliarias, ayudados por los que pasaran por allí, para hacer desaparecer los millones como magos, ahora por aquí, ahora por allá ¿dónde está la bolita?. Al final ni dinero y , si me apuras, ni bolitas quedan. Magos, ya digo, por no llamarlos otra cosa.