miércoles, 10 de septiembre de 2008

INFAMES, SIN PALIATIVOS

Antonio Molina, asesinado por Eta.

Mira que hay cruces de flores por todas las carreteras e incluso vías urbanas, que commemoran accidentes particulares, una moto, un coche que se estrellan con el resultado de la muerte de alguno de sus ocupantes, las hay a cientos y nadie se mete con ellas, nadie las quita, ni los Ayuntamientos ni los particulares, a nadie estorban y todos sienten respeto por esa señal de duelo.
Pero toda regla tiene una excepción. Un concejal de Collado-Villalba el socialista (¿o socialisto?) Juan José Morales, ha ordenado la retirada de las flores y la foto del guardia civil Antonio Molina, asesinado por Eta en diciembre de 2002.
La rotonda de la muerte y, por lo tanto, donde todos venían poniendo flores, está precisamente frente al cuartel de la Guardia Civil y desde las ventanas veían cada día el homenaje al compañero muerto.
Pues llega este Morales y lo quita todo y no crean que para hacer un monumento, que es lo que deberían de hacer, sino "para que no se pongan más flores". Le estorbarían mucho a él.
Es una manera de asesinarlo por segunda vez, un intento de querer borrar lo que fue y lo que sucedió y una patada a sus familiares y a la Guardia Civil. Lo dicho, es un infame, sin paliativos.

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