martes, 4 de septiembre de 2007

LAS FIESTAS DE RODIEZMO

Abundantes críticas ha suscitado Rodríguez con su asistencia a las fiestas mineras astur-leonesas de Rodiezmo. Para empezar, cerraron a cal y canto la iglesia, ante la sorpresa y estupefacción del párroco y de todos los vecinos que acudían a misa, así como de varios sacerdotes enviados desde el obispado para concelebrar la misa con motivo de las fiestas. El motivo de cerrarla fué apostar a dos guardias civíles en el campanario para "proteger" a Rodriguez. (Y eso que se supone que lo aprecian en su tierra).
Lo que no sabemos es si ha ido por deseo personal u obligado por sus colaboradores, porque los ostensibles bostezos que daba mientras sonaba la Internacional y durante el discurso del Alcalde, han dado mucho que hablar. Si tanto le aburre la política, tal vez debería ir pensando en abandonarla.

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