sábado, 13 de septiembre de 2008

DAOS FRATERNALMENTE LA PAZ


Pero a la paz le llaman por lo visto hoy en día cocaina y no te la dan, sino que te la venden.
Un sacerdote católico de la Universidad de Illinois, Christopher Layden, de 33 años, ha sido detenido por vender droga en la universidad y se han encontrado en su apartamento y su oficina objetos relacionados con esta droga.
Le ha sido impuesta una fianza de 50.000 dólares y la glesia lo ha suspendido de funciones.
Ahora se enfrenta a la pena de 30 años de prisión, porque allí la Justicia es dura y no una broma macabra como aquí. Y vender droga no puede ser un delito menor, y menos venderla en la Universidad y destrozar así tantas vidas de jóvenes. ¿Es posible que sea tan poderosa la ambición, como para caer tan bajo?

2 comentarios:

MolyGalicia dijo...

Pues sí, ya lo decía "Quevedo":"Poderoso caballero es don dinero....él es mi amante y mi amado..." desgraciadamente así es, las condenas deberían ser muy duras y cumplidas íntegras, como en otros muchos casos pero....así son las cosas.....

Un beso reina!!

Ishtar dijo...

Hola, Moly, guapa, ojalá las condenas, ya que suelen ser exageradamente benignas en España, al menos se cumplieran en su totalidad. Besos.