sábado, 20 de septiembre de 2008

LA INFANTA REPUBLICANA


LA INFANTA REPUBLICANA, Eulalia de Borbón, la oveja negra de la dinastía.
Autor: José Mª Zabala
Edit. Plaza y Janés. Barcelona 2008
Con interesante cuadernillo de fotografías.

José Mª Zabala saca a relucir en este libro las costumbres y contradicciones de doña Eulalia, pero también las del resto de la familia, en una interesante historia sobre las personas y sus caracteres desde Isabel II hasta el Rey.
Ya se sabe que en las familias hay de todo pero lo que es en esta, quizás por su "alta alcurnia", hay más y peor que en muchas otras.

" He nacido y moriré Infante de España, como tú has nacido y morirás Rey de España, mucho tiempo después de que tus súbditos te hayan dado la patada en el culo que mereces".

Tan lapidaria frase fue pronunciada por Luis Fernando de Orleans y Borbón en 1924, siete años antes de que se cumpliese su profecía, e iba dirigida a su primo, el Rey Alfonso XIII. Lo dijo, enfadado porque el Rey le había quitado el título de Infante de España al enterarse de cierto oscuro episodio que hizo correr ríos de tinta en la época.
Parece que Luis Fernando de Orleans estuvo implicado en una orgía o trío homosexual en la que acabaron asesinando a un joven. El tercero era un aristócrata portugués, amante de Luis Fernando. Ambos pasearon después el cadáver por todo París, de embajada en embajada, envuelto en una manta, tratando de que se hicieran cargo del cadáver y acogerse así a la extraterritorialidad, huyendo de la justicia.
Luis Fernando, apodado entre los "entendidos" "el rey de los maricas", consumía cocaína y gastaba a manos llenas su dinero y el ajeno como si no tuviera fin. Era hijo de doña Eulalia de Borbón, hermana de Alfonso XII, que daba aún más escándalos que su hijo, y mira que es difícil.
A través de los documentos que nos va presentando el autor, conocemos los entresijos de la familia.
La Infanta Eulalia nació en 1864 y ella misma confesaba no considerarse hija de su padre legal, el rey consorte Francisco de Asís de Borbón, al que llamaban en Madrid, "Paquita". De hecho hay un libro del periodista Ramón Alderete, aún no publicado en español, donde lo confiesa abiertamente en una entrevista. Prefería creer que era hija de un "apuesto capitán de la Guardia Real". Isabel II, su madre, había sido casada a la fuerza con su primo hermano, de quien su propia hija confiesa que "no le gustaban más que los hombres". A ella, a la Infanta Eulalia, también la obligaron a casarse con Antonio de Orleans y Borbón y también salió la cosa fatal.
Eulalia aceptó el enlace porque se lo pidió su hermano Alfonso XII en su lecho de muerte, pero ni le quería ni le respetaba y ambos rivalizaron en aventuras y amoríos hasta su separación.
Además era republicana-feminista "algún día el pueblo sacudirá las coronas y, liberándose de ellas, nos libertará de paso a nosotras las mujeres".
Eulalia vivió un tórrido romance con el Rey de Portugal, Carlos I de Braganza, incluso escribió y publicó un libro bajo el seudónimo de Condesa de Ávila, donde relataba con pelos y señales las mezquindades y miserias de su familia, la cual se lo tomó, sobre todo el Rey, como era de esperar: muy mal.
Cuando el Rey la envió a Cuba para apoyar a las tropas españolas en la guerra previa al Desastre del 98 ¡se puso allí de parte de los rebeldes!
La Infanta Eulalia murió en 1958, con casi cien años y después de una vida rica en anécdotas de todo tipo, a cual peor, pero repasando este libro se pueden aprender muchas cosas sobre los Borbones, y el aprendizaje siempre es interesante sobre todo porque los genes son un patrón que va pasando de generación en generación.

2 comentarios:

MolyGalicia dijo...

Me ha gustado muchísimo este porst, no tenía ni idea de este libro, ni tampoco de su protagonista....sin duda ha de ser interesante ahondar por esa vida tan apasionante y llena de secretos descubiertos donde con los "borbones" ya se sabe......

Un beso

Ishtar dijo...

En efecto "se aprende" mucho sobre la familia leyendo lo que han venido siendo. Y algún día se sabrá detalladamente lo que hoy solamente se susurra en ciertos salones sobre los actuales miembros. Besos.