La restauradora Toñi Vicente, con su abogado, después de reconocer ante la justicia que, en efecto, compraba las vieiras contaminadas. (Cómo no reconocerlo si te pillan con ellas en las manos, en plena transacción)
Uno de los mariscadores que, ahora, hace melindres y no desea ser reconocido.
Han decretado prisión para cuatro de los seis mariscadores detenidos por el caso de las vieiras intoxicadas. Y lo que más miedo da, es que por las conversaciones telefónicas intervenidas desde hace dos meses, todas estas personas, incluidas las que ahora están en libertad con cargos, conocían perfectamente la toxicidad de las vieiras que comercializaban y, no obstante, las vendían y servían en sus restaurantes. Ellos saben que la única vieira gallega que se permite comercializar legalmente es la que ha sido previamente sometida a evisceración, para asegurarse que desaparece la toxina que produce graves enfermedades neurológicas.
La restauradora Toñi Vicente, hoy en libertad con cargos, fue detenida en su propio restaurante justo en el momento de adquirir la mercancía a uno de los mariscadores ahora encarcelados. Y también sabía lo que estaba comprando.
La empresa Xanquei, para no ser menos, también compraba las vieiras contaminadas y se les ha incautado más de 3.800 kilos de moluscos, camuflados en palés entre el resto de la mercancía, porque igualmente ellos eran perfectamente conscientes de lo que hacían.
La toxina tiene carácter acumulativo y puede provocar daños neurológicos irreversibles y pérdida de memoria. Y a sabiendas de esto, estaban envenenando a la población y cobrando su buen dinerito por ello. Peores que Judas.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo con todo, pero que podemos esperar, si otros nos intoxican con la nicotina y los más de 3000 aditivos asociados, muchos de los cuales está demostrado que son cancerigenos, y que pasa con las ondas de ultrafrecuencia de los moviles y las lineas de alta tensión.
Siempre pagan justos por pecadores ?
Siempre se exculpa al debil y se condena al debíl ?
¡ Al vil metal!
Podemos y debemos esperar un poco de Ética. En España la sociedad tiene excesiva manga ancha para los "listillos" de turno, en ocasiones incluso parece que se les "admira" por su capacidad de aprovecharse del prójimo, como si buena parte de la sociedad guardara un delincuente en el fondo de su corazón, que no se atreve a manifestarse. Pero estos casos no dan a entender que sean muy listos, sino muy sinvergüenzas.
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