VALDESOMBRAS

Valdeluz, con sus calles vacías y su soledad.

Lo malo de los intereses creados es que no siempre salen las cosas a gusto de quien mueve los hilos, porque al final es el mercado el que tiene la última palabra.
La inmobiliaria Reyal comenzó a construir unas viviendas en un desierto a varios kilómetros de Guadalajara, en Yebes; proyecta construir alguna vez unas 8.500, si sale de la crisis que como pájaro de mal agüero se cierne sobre la construcción. Dichas viviendas, situadas en medio de la nada, necesitaban para venderse que alguien quisiera comprarlas, como todas, pero en el caso de estas al no tener servicios, la cosa en vez de ser un valle de luz, se volvía valle de sombras. Así que, por intereses de mercadeo político y económico, se consiguió que la estación del AVE, en vez de estar situada en Guadalajara, donde hubiera servido para algo, se situara en aquel desierto.
Naturalmente hoy en día es un AVE sin viajeros y sin las lanzaderas prometidas (cada media hora, se dijo) porque si se montan cuatro gatos ¿cómo se costean las lanzaderas?. Por otra parte, nadie de Guadalajara se desplaza a esa estación para coger un AVE en dirección a Madrid cuando puede ir desde Guadalajara en cercanías (de hecho viajan cada día 12.000 personas) en 56 minutos por 3,80€ ida y vuelta. Con cuatro trenes a la hora entre las ocho de la mañana y las once de la noche.
Si haces los kilómetros que separan Guadalajara de la estación fantasma de Yebes (Valdeluz), el precio del billete de ida y vuelta es de 25,90€. Así que con esa diferencia de precio la gente se ha decantado solita sin necesidad de más explicaciones.
Mientras, en la ciudad fantasma no viven más de 300 personas y mucho es para los servicios que hay. De hecho muchas familias han vuelto a Madrid a vivir.
Reyal lleva perdidos 331,8 millones de euros en el primer semestre del año, ahora anda renegociando el pago de su deuda y el que esas viviendas lleguen a venderse es su única tabla de salvación.
Pero las viviendas ya compradas tienen en su mayoría el cartel de "Se vende", porque vivir en medio de la nada no es cómodo para nadie. Solamente hay un bar, provisional, para dar de comer a los trabajadores de la obra. Un único supermercado a cientos de metros de las viviendas aparece completamente vacío de público. No puedes comprar pan o un periódico. Hay un ambulatorio, también provisional.
Los vecinos se quejan de que Reyal prometió que a finales de 2006 habría farmacias, colegios, tiendas, centros comerciales, etcétera. Pero ha llegado y está pasando 2008 y en aquél páramo sigue sin haber nada.
El coste de una vivienda de cuatro dormitorios en Valdeluz es de 282.000€ y de un chalet, 331.500€. Pensaron que mucha gente de Madrid se iría a vivir allí porque tienen piscina, jardines, garage y gimnasio en los edificios pero la crisis les ha hecho poner los pies en el suelo.
Hoy en día sólo dos autobuses por la mañana y dos por la tarde, les unen a Guadalajara. Durante el día, una ciudad fantasma. Durante la noche, el miedo a que pueda ocurrir algo y nadie les auxilie en ese desierto.