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Ahora acercan a Otegui, para que esté cerca de su padre, antes ya lo habían intentado con el pretexto de la "tortura" psicológica de su hija por verlo encarcelado y después será el Espiritu Santo, la cuestión es sacarlo de la cárcel también, como a los otros. Pero de los hijos y padres de las victimas de ETA no se acuerda nadie, ni hay psicólogos de la banda que se preocupen.
Recordemos que este Otegui explosionó un vehiculo en una gasolinera en 1977, asaltó el gobierno militar de San Sebastián, y liberó también a un preso de ETA que estaba hospitalizado; tuvo en 1978 secuestrado 10 días en una cueva de su pueblo al entonces director de Michelin en Vitoria, intentó junto a otro de su calaña en 1979 secuestrar a Gabriel Cisneros, diputado de UCD, y cuando éste intenta escapar, le dispara por la espalda, atravesándole el abdomen, dejándole terribles secuelas. El mismo año, secuestra junto a otros miembros de ETA a Javier Ruperez, secretario general de UCD. También secuestró al empresario Luis Abaitua.
Ahora, desde la cárcel, pidió Otegui que liberaran al interlocutor de ETA, Rafael Díez Usabiaga, y mira por donde, va Garzón y lo libera para que cuide a su madre, sin que exista ningún informe ni expediente al respecto sobre la enfermedad de la madre, o sea sin basarse para nada en la ley. Por cierto, salió de prisión hace nueve días y aún no ha ido a ver a su madre.
Está cada vez más claro que el Gobierno anda preparando con estas acciones que la "ETA buena" (que no existe pero Rodríguez se lo cree), se pueda presentar a las Municipales de 2011, no olvidemos que ETA nació en 1959 de un sector juvenil del PNV, y que cuando los polis-milis se disuelven se integran en su mayoría en Euskadico Ezkerra, vaya que tienen un aire de familia.
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