A primeros de mayo fue cesado el Director General de la Agencia Tributaria, Luis Pedroche Rojo, coincidiendo, qué casualidad, con el inicio de la campaña de la renta 2009.
Quizás tenga que ver con el nuevo Plan Antifraude que se va a poner en vigor y acaba de comunicarse a los encargados de hacerlo. Por cierto que se han quedado de piedra con las nuevas instrucciones. Además de que las plantillas están congeladas, los inspectores tienen ahora el objetivo de incrementar la recaudación en un 6%, es decir, el doble de lo habitual. El motivo del aumento es, según dicen, la "economía sumergida", que ha aumentado con la crisis y supone ya el 23% del PIB.
Otra cosa llamativa es que las órdenes incluyen dejar fuera de observación el sector inmobiliario, a pesar de que se sabe de sobras que es una constante fuente de fraudes y de hecho hay pendientes cuatro años de fraudes sin prescribir aún, de 2006 a 2009, bueno pues la orden es a esos, ni mirarlos. Ahora toca que las inspecciones se centren en parados, Pymes y autónomos y olviden las SICAV y grandes patrimonios, porque estos tienen dinero y grandes abogados para defenderse, en cambio los de las "chapuzas" están desprotejidos y van a caer sobre ellos, así que a por los parados.
Los más pobres es siempre el camino más fácil, como ha ocurrido con los pensionistas y lo de congelar las pensiones.
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