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Salvado por la campana, Rafael Santamaría ha logrado salvar in extremis su inmobiliaria Reyal Urbis consiguiendo la refinanciación de su deuda de 5.000 millones de euros por parte de los 59 bancos acreedores. Esto le va a permitir un respiro de tres años en espera de que en ese tiempo mejore el mercado inmobiliario español o incluso que los amigos escalen puestos de máxima importancia y echen alguna manita por aquello de hoy por ti y mañana por mí.
Claro que como en esos tres años los intereses no van a pagarse sino que se van a capitalizar, es decir añadirse al grueso de la deuda, ya veremos lo que pasa en 2013.
Además debe contar con Hacienda, a quien debe más de 170 millones, y espera que también le aplace los pagos a 2013.
Hay que recordar que Rafael Santamaría es el generoso amigo de Bono que pagó decoraciones, permutas etcétera. Lo último que se ha publicado es que además de todo lo ya dicho, le regaló caballos de carreras con los que el hijo de Bono ha participado en diversas competiciones, la última de ellas en Valencia, en la Ciudad de las Ciencias. Además regaló a la hija de Bono, Sofía, nada menos que 4.432 euros por su Primera Comunión. Igual la ruina viene de tanto regalo pero claro, para la salvación quedan tres años en los que pueden intervenir la obra divina y las manos humanas.
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