domingo, 2 de mayo de 2010

PALACIO DE PEÑAFLOR, DE ÉCIJA


PALACIO DE PEÑAFLOR, DE ÉCIJA

Entre los muchos monumentos con los que cuenta la ciudad de Écija, se encuentra el histórico Palacio de Peñaflor, de estilo barroco, que data del siglo XVIII. Posee una portada impresionante, adornada con pinturas, con un balcon de más de 59 metros que es el mayor de Europa. La portada está rodeada por columnas dóricas, toda la fachada es cóncava, para ajustarse a la calle en que está situada, la antigua calle de los Caballeros. El cuerpo superior del balcón se enmarca entre columnas salomónicas, preciosos mármoles de colores llaman la atención.

Ya en el interior, hay un gran patio de columnas con arcos de medio punto y capiteles jónicos en la planta inferior. Rodeando el patio se abren salones con hermosos artesonados de madera y una escalera de doble tiro nos lleva a la planta superior.

Este palacio fue residencia de la Marquesa viuda de Peñaflor, hasta su fallecimiento sin descendencia en 1958, desde entonces fue administrado junto al resto de sus bienes por la Fundación Marqueses de Peñaflor.

Pero en 1992 el Ayuntamiento de Écija se hizo con el Palacio y ya sabemos que donde mete mano la política o más bien los políticos, comienzan los problemas. Primero se usó como Biblioteca y centro cultural, con salón de actos y exposiciones, pero cuando gobernaba el Partido Andalucista decidieron convertirlo en hotel de lujo, más tarde, en el 2003 pasa a gobernar el PSOE y sigue con la idea del hotel, pero rebajando ya la categoría a cuatro estrellas.


Por fin en el 2005 adjudican las obras a la empresa Viturse (Villa Turística de Serón S.L.) sin que las obras comenzaran hasta que en el 2007 colocan unos andamios (era año de elecciones y el pueblo sospecha que se pusieron para ganar votos) pero estos andamios dañaron la fachada.


Los pocos trabajos realizados en el interior han dañado el monumento, demoliciones, levantado de solerías, catas innecesarias, arrancado de papeles pintados del siglo XIX, desmontaje de las chimeneas francesas de mármol cuyos restos yacen aún en el patio, probablemente ya inservibles.

Mientras tanto la empresa Viturse cambió de administrador, de sede social, se pelearon los socios y al final, en 2008 el Ayuntamiento anuló el contrato con ellos.


Pero entre unas cosas y otras el Palacio, una de las más importantes joyas de Arte Barroco de Andalucía, se deshace sin remedio sin que ni el Ayuntamiento ni el Ministerio de Cultura, ni la Junta de Andalucía tomen cartas en el asunto antes de que sea demasiado tarde.

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