LA DISCRECIÓN Y AUSTERIDAD DE LOS POLÍTICOS

LA DISCRECIÓN Y AUSTERIDAD DE LOS POLÍTICOS

Cuando alguien se dedica a una actividad pública se sitúa en el punto de mira del resto de la población, pero si encima esa actividad pública es la política y el sujeto se permite pontificar sobre los ciudadanos todos tenemos derecho a opinar también sobre él, porque su sueldo lo pagamos entre todos.

Viene esto al hilo de la polémica que inició Duran i Lleida sobre el cobro de subvenciones de los campesinos andaluces.

Duran i Lleida cobra un sueldo mensual de 5.105 euros como diputado y portavoz de CiU, más otros 1.052 euros para gastos de libre disposición. Además dispone de una asignación mensual de 1.823,86 euros para sus gastos de alojamiento y manutenciónd en Madrid y percibe dietas como secretario general de CiU por un valor de 28.848,10 euros. Posee un apartamento  y una plaza de parking en Santander, según afirma él mismo en su declaración de bienes, otro piso y tres plazas de parking en Barcelona y una casa en Girona.

Así, cobrando todo eso, se permite opinar desde su opulencia sobre jornaleros andaluces que reciben 400 euros al mes y puede dormir cada noche (tres o cuatro noches a la semana como mínimo, durante tres semanas al mes) en una suite de las mejores del hotel Palace de Madrid, que cuesta diariamente bastante más de lo que los jornaleros perciben mensualmente. Juzguen ustedes mismos la calificación que merece este político.