miércoles, 5 de octubre de 2011

NUEVOS DATOS SOBRE LA OPERACIÓN CAMPEÓN



NUEVOS DATOS SOBRE LA OPERACIÓN CAMPEÓN

El periódico El Mundo aporta nuevos datos sobre la Operación Campeón, datos que nos hacen estremecer al darnos cuenta en manos de quiénes estamos. 

El empresario Jorge Dorribo ha contado al juez como Pepiño Blanco se citó con él en una gasolinera y la charla se desarrolló dentro del coche oficial. Y por mucho que clame Blanco sobre su inocencia la verdad es que una gasolinera no es el sitio más adecuado para que te cite un ministro en el ejercicio de sus funciones. Un ministro debe citarte en su despacho, que para eso nos cuesta lo que nos cuesta mantenerlo y si te cita de tapadillo, malo. Y ese toma y daca de facinerosos en la conversación entre ambos :"si te portas bien conmigo, yo me portaré bien contigo", es indigno de un ministro del Gobierno de España. Eso es lo que olvidan estos señores (por decir algo), que no se trata sólo de su honor, sino del honor de un país con muchos siglos de historia.

Y desde la gasolinera, como en una película de humor, marchaba el coche del ministro, precedido por otro de la Guardia Civíl y seguido por el coche de los escoltas.

Presuntamente, Dorribo manipulaba las facturas para el cobro de subvenciones del Igape (Instituto Galego de Promoción Económica), al parecer con la connivencia de dirigentes del propio organismo público, que tiene miga la cosa. En marzo de 2011 se le aprobó la última subvención de casi un millón de euros que se justificaron con las facturas emitidas por sus empresas.

Laboratorios Nupel fue la segunda empresa con mayor facturación de Lugo en 2006 y Dorribo contaba entonces con un jet privado y una escudería. 


Hasta ahora Blanco ha anunciado a bombo y platillo que va a querellarse contra Dorribo, pero no lo ha hecho y tampoco ha dimitido. Existen abundantes fotos de Dorribo y Blanco asistiendo juntos a diversos actos, algunos organizados por el propio Dorribo, como una comida  "homenaje empresarial al ministro", a la que también asistió otro ministro socialista, Francisco Caamaño.

Seguir de Ministro de Fomento tras estas gravísimas acusaciones, no es de recibo (sobre todo con la que liaron por unos trajes de Camps que no se ha logrado demostrar que no llegara a pagar, menudas lecciones de ética), y figurar en las listas para las próximas elecciones, tampoco. Flaco favor se hace el PSOE a sí mismo con estas cosas.

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