viernes, 10 de febrero de 2012

TRIUNFO DEL ESTADO DE DERECHO






TRIUNFO DEL ESTADO DE DERECHO


Que la ley sea igual para todos, que nadie se arrogue el derecho a estar por encima de la Ley, es el fundamento del Estado de Derecho.


Por eso es muy importante para la seguridad jurídica de todos los españoles que haya prevalecido la Justicia frente a la arrogancia y la soberbia y el ya ex juez Garzón haya sido condenado a once años de inhabilitación, a pagar las costas y a pagar una multa de más de 2.500 euros. El fallo ha sido unánime y esto hay que resaltarlo; en el Tribunal Supremo, como en el resto de la sociedad, conviven todo tipo de ideologías pero ha prevalecido la Ley y el Derecho de Defensa de cualquier acusado, derecho que como juez Garzón conocía perfectamente y que le dio igual.


Hasta sus propios testigos, los que presentó en su defensa han contribuido a hundirle. Ya conté aquí como testificaron en el juicio los policías encargados de las escuchas, como explicaron que acudieron a Garzón para preguntarle de qué modo se iba a salvaguardar el Derecho de Defensa de los acusados si se grababan las conversaciones con sus abogados, y como éste respondió que se las llevaran íntegramente a él, que ya él se encargaba de eso. Es decir, que quedaba meridianamente claro que escuchó las estrategias de defensa de los acusados; así cualquiera instruye una causa, igual lo hacen en Cuba y en cualquier régimen totalitario.


Pero es tanta la soberbia y la arrogancia de este hombre, tan enorme su ego, que iracundo porque no le han servido de nada los numerosos hilos que ha ido moviendo en la esfera internacional, aun se atreve a arremeter en un comunicado contra el Tribunal Supremo, dudar de la legitimidad de la sentencia, amenazar a los que la han dictado y decir que "no se ha tenido en cuenta su trayectoria". Como si cuando se juzga a un delincuente hubiera que tener en cuenta su carrera, su familia o sus logros sociales. Aquí se ha juzgado un delito de prevaricación, no su vida. 


El presidente del Tribunal Supremo, José Carlos Dívar, se ha visto obligado a emitir un comunicado en el que defiende "la absoluta independencia e imparcialidad de la resolución dictada".


Hernández Gil, decano del Colegio de Abogados de Madrid, tendrá que dar serias explicaciones de por qué no se personó en la causa como  acusación tal y como se había comprometido el Colegio de Abogados el pasado 21 de octubre, en acuerdo de la junta de gobierno. José Luis Mazón Costa, abogado del colegio de Madrid ya ha presentado una denuncia contra él por no haberlo hecho.


De este lío emerge la figura de un héroe, el abogado Ignacio Pelaez, que fue quien puso la querella inicial por las escuchas ilegales, gracias a él podemos estar más seguros de la Justicia y de que ningún juez puede hacer lo que le dé la gana, sino lo que determine la Ley. El fin no justifica los medios.


La ex directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, que lo era cuando se practicaron las escuchas precisamente, se atreve en un artículo publicado en El País al hilo de esta sentencia, a acusar a "algunos abogados" de crear un entramado técnico-legal para el blanqueo de capitales y la cobertura de delitos como fraudes a Hacienda, saqueo de dinero público, corrupción de responsables públicos y todo tipo de beneficios fraudulentos. Si ella conoce estas prácticas su obligación es ir al juzgado a denunciarlas, de lo contrario será el Colegio de Abogados quien deberá denunciarla a ella.

2 comentarios:

Marga Morguix dijo...

Lo que me pone mala es que los de siempre se dediquen a decir que Garzón ha sido condenado por una campaña "de los fascistas", o "de la derecha", por ser "un luchador contra el franquismo" y perlas similares.
Garzón ha sido condenado por violar algo tan sagrado como el derecho a la defensa, que está recogido en la Constitución. Porque, en su soberbia, él siempre ha actuado como si fuera la encarnación de la justicia, pero se ha pasado la ley por el forro.
Ha sido siempre un pésimo instructor, se ha dejado prescribir plazos, se le han escapado narcotraficantes, y lo cierto es que se tenían que haber tomado medidas contra él mucho antes.
Así que esta sentencia me parece un triunfo de la ley y del Estado de Derecho.
Un beso, guapa.

Ishtar dijo...

Me alegra mucho que pienses así, Marga, porque hablando con la gente de la calle te acabas dando cuenta de hasta qué punto cala en los ciudadanos los embustes de la izquierda y media España, que no se ha leído la sentencia, cree que lo han condenado como venganza por ser un "buen juez" y no por justamente lo contrario. En ocasiones decir la verdad no es bien comprendido por la gente, qué se le va a hacer.
Un gran abrazo.