sábado, 11 de febrero de 2012

YA TENEMOS REFORMA LABORAL








YA TENEMOS REFORMA LABORAL


Está en el buen camino pero no es tan agresiva como habían anunciado, digamos que se queda a la mitad.


No obstante, va a la raíz de los problemas que padecemos en ese campo. Se incentiva el empleo fijo, se abarata el despido y se corta parte del poder de los sindicatos en el mercado laboral, tanto en el desarrollo de los convenios colectivos como en los expedientes de regulación de empleo.


Hay que recordar, aunque es algo que los sindicatos nunca dicen, que tenemos aún una legislación laboral franquista, que preserva los privilegios de los empleados fijos en contra de los derechos de los que no tienen trabajo o lo tienen de manera temporal y precaria.


La gran mayoría de las empresas españolas tienen actualmente problemas para mantener sus plantillas en las condiciones de coste que tienen, o incluso para poder reducirlas, igualmente por el coste que les produciría.


Por eso la reforma trata de flexibilizar la entrada de trabajadores en el mercado de trabajo, el desenvolvimiento interno en las empresas y su salida en caso necesario. Naturalmente con esto no va a bastar, se necesita, además, que la economía crezca, pero estamos en el buen camino.


Y eso a pesar de que los sindicatos anden ya anunciando hostilidades para el día 19 de febrero. Temen que se les acabe el chollo. Porque con la legislación vigente hasta ahora podían gobernar a su antojo una gran parte de las decisiones de las empresas pero a partir de ahora, dentro de la negociación colectiva, la empresa que lo estime conveniente podrá descolgarse del convenio de sus sector si no puede seguir el ritmo de subidas de salarios, por sí misma o en un arbitraje decidido de modo que la representación sindical quede en minoría. Acomodando costes a ingresos se evitarán despidos.


La ley Orgánica de Libertad Sindical viene permitiendo que unos sindicatos con unos niveles de afiliación irrelevantes, los más bajos de Europa, tengan una cuota de poder muy elevada en la gestión de los Convenios Colectivos, así como en los Expedientes de Regulación de Empleo, lo cual no tiene sentido.


Además los Convenios Colectivos dejarán de ser eternos como hasta ahora, en que si no se renovaban por falta de acuerdo seguían activos después de su vencimiento. Ahora habrá una ultraactividad de dos años, pasado este plazo el convenio acaba y con él todas las condiciones laborales, menos el salario, claro, que está garantizado. Y desde ese momento se negociará desde cero, nada de marear la perdiz porque no hay prisa alguna y se puede perder el tiempo que el convenio sigue. 


Los despidos se limitarán a una indemnización de 33 días por año con un máximo de 24 mensualidades. Antes eran 45 días con 42 mensualidades. Naturalmente se mantienen los derechos adquiridos a los ya contratados como fijos.


Los despidos objetivos, económicos o procedentes, serán más fáciles de tramitar, tras tres trimestres de pérdidas o caídas de ingresos, los que tienen 20 días por año con un máximo de 12 mensualidades, además no será necesaria la autorización de Empleo y decidirá un juez. Otro factor de pérdida de poder de los sindicatos. 


Habría que suprimir también tanta subvención millonaria como reciben los sindicatos y esperemos que se acabe haciendo. Los trabajadores no comprenden que sus supuestos representantes anden siempre de comilonas en los mejores restaurantes, coleccionen relojes Rolex y otras marcas igualmente suntuarias como Méndez, o vayan de cruceros millonarios como Toxo. En tiempos de crisis esto no es aceptable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y que ocurre con los sueldos de los politicos, sus jubilaciones, sus privilegios...¿ ¿Se han reformado ellos?

Es una reforma que solo traera mas precariedad, mas paro y a la medida de los bancos y grandes empresas....