lunes, 15 de octubre de 2007

DESTISTAS

Según parece muchos pacientes británicos se ven obligados a arrancarse ellos mismos los dientes cariados o en mal estado, con tenazas, como en la Edad Media, o amarrando una cuerda a la puerta, debido a la escasez de dentistas en el Reino Unido del Servicio Nacional de Salud, ya que los particulares, como en todas partes, cobran cifras astronómicas. Un paciente confiesa haberse arrancado con esos métodos arcaicos y brutales, nada menos que 14 dientes. Todo viene a raiz de que los dentistas del Servicio Nacional de Salud se niegan a admitir más pacientes, y a que muchos de ellos se han ido directamente a consultas privadas porque consideran que están mal pagados. En sus consultas privadas, cobran desde 62€ por un examen, 167€, por un empaste y 470€ si se trata de intervenciones más complicadas. A este ritmo, los pacientes acaban todos comiendo sopas, por incapacidad masticadora.

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