domingo, 7 de octubre de 2007

¿A QUE ESTAMOS JUGANDO?

Ya advertíamos hace días que cuando las cosas no saben pararse a tiempo, con la suficiente autoridad, crecen y van a más y llega un momento que es ya imposible pararlas.
Ahora han pasado de quemar fotos a ahorcar muñecos, cosa que aunque pueda parecer una mera distracción festiva debiera estar penalizada por ley, porque lo que hacen es ejemplificar lo que harían con la persona si pudieran.
Va siendo hora de que los empresarios catalanes salgan a defender a España y a la Monarquía, antes de que comiencen a lamentarse por la falta de ventas, atención que la Navidad está a la vuelta de la esquina y de estos polvos de hoy, vendrán los lodos de mañana.
La política y la democracia, consisten precisamente en opinar sobre las ideas propias, en incluso las ajenas, pero siempre con buenas maneras, desde la más exquisita educación y sin meterle el dedo en el ojo al prójimo.
La cuestión actual es cómo un Gobierno débil está propiciando este tipo de problemas, a los que no sabe poner coto. Como en la última etapa de Suárez, las ambiciones personales y el deseo de poder pueden acabar llevándonos a todos al mayor de los desastres.

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