jueves, 25 de octubre de 2007

MORIR POR LUCHAR CONTRA LA VIOLENCIA

Daniel Oliver ya nunca será abogado


David M.G., el joven de 27 años que dió un puñetazo a Daniel Oliver de 24 años cuando este trató de impedirle seguir pisoteando y pegando a su pareja, cuyo puñetazo causó la caida de David y traumatismo craneal, con resultado de muerte a los pocos días en el Hospital Clínico de Valencia, quedó libre tras su detención porque el Ministerio Fiscal no solicitó su encarcelamiento.
El próximo cuatrimestre, Daniel pensaba pasarlo en Noruega, con una beca que le habían concedido en sus estudios de Derecho.
El día de autos, Daniel salía de la Universidad cuando vió la escena, David pateando a su novia caida en el suelo y la gente mirando sin hacer nada. Daniel soltó su mochila y se acercó a la pareja, pero nada más llegar, David le golpeó con tanta fuerza que cayó al suelo.
David dijo a la policía que acudió que iba al hospital, a interesarse por la salud del herido. Pero se montó en su coche, un Mini Cooper negro, con su novia (la agredida) y ambos se fueron a su barrio, de copas, donde fué detenido por la policía. Se negó a declarar ante el grupo de homicidios, por lo que fué llevado al Juzgado de Instrucción nº 12 de Valencia, que era el que estaba de guardia ese día. Y donde lo dejaron tan ricamente en libertad.
El joven fallecido trabajaba los fines de semana en Alzira, en un restaurante, para pagarse sus estudios de Derecho. A su funeral ha acudido todo el pueblo y el párroco, aunando el sentir popular, ha solicitado al Ayuntamiento que ponga una placa conmemorativa en su casa, puesto que murió cumpliendo con el deber de prestar auxilio ante la violencia y no se desentendió de ella, como hacen muchos. Sirva de edificante ejemplo.

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