jueves, 18 de octubre de 2007

UNA LECCION DE VIDA

Randy con sus hijos

Randy con su esposa

Así titula The Wall Street Journal la noticia de la conferencia pronunciada en el Auditorio de la Universidad Carnegie Mellon, en Pitsburg (EEUU), por Randy Paush.
Existe en algunas universidades americanas la costumbre de ofrecer a los mejores profesores el ejercicio teórico de dar allí su "última lección", lo que desearía transmitir a las futuras generaciones, su testamento moral, si fueran las últimas palabras que debiera pronunciar y hubiera de morir de inmediato.
A Randy Push, profesor de informática de esta Universidad, le han ofrecido dicha oportunidad, pero en su caso, a los 46 años y en lo mejor de su carrera, no es un ejercicio hipotético; a él, con un cáncer de páncreas y diez tumores malignos en el hígado, los médicos le han pronosticado en agosto, entre tres y seis meses de vida, tal y como dijo en su conferencia, titulada "Como vivir los sueños de la infancia", "hagan cuentas".
El sabe que va a morir muy pronto y también lo saben los 400 alumnos y profesores presentes en el Auditorio que, puestos de pie le recibieron con una gran ovación, antes de tomar la palabra. "Dejad que me la gane", pidió sonriendo.
Su discurso estuvo cargado de humor, a pesar de saber que el cáncer dará fin a su brillante carrera en unos meses.
"Mi padre siempre decía que si hay un elefante en la habitación, hay que presentarlo", con estas palabras comenzó su conferencia, mostrando las pruebas médicas de su fatal enfermedad. Y en ese momento, dió la primera lección:" No estoy deprimido, tampoco niego la enfermedad y tengo plena certeza de lo que va a pasar. No se puede hacer nada, no podemos cambiar las cartas que nos han dado, sólo podemos decidir cómo jugar con ellas."
Habló de la vida a través de como ha vivido la suya propia, de como logró hacer realidad sus sueños y ayudó a otros a conseguirlos. "Algo que es incluso más divertido".
Nunca jugó en la liga de futbol americano, un sueño fallido, pero recibió y compartió las lecciones de un preparador que no usaba el balón en los entrenamientos, ya que durante el juego sólo uno de los 22 jugadores lo estaría tocando y el resto debería tener una estrategia igualmente. Allí aprendió que cuando alguien hace algo malo y nadie le reprende, es una mala señal. Significa que han tirado la toalla con uno.
Explicó que triunfó muy joven y cuando le preguntaban por el secreto de este temprano triunfo, respondía "Llámame el viernes a las diez de la noche a la oficina y te lo contaré". La suerte llega cuando preparación y oportunidad coinciden.
Contó que su madre le presentaba diciendo: "Este es mi hijo, es doctor, pero no de los que ayudan a la gente". Después de la conferencia, un aluvión de emails han llegado a diarios y televisiones, afirmando "Usted es el tipo de doctor que ayuda de verdad a la gente".
El doctor Push está considerado como uno de los líderes en la enseñanza de la tecnología de la realidad virtual y videojuegos. Su proyecto cumbre es Alice, un programa desarrollado en la Universidad donde imparte sus clases, que permite ver animaciones en tres dimensiones fácilmente.
Su lección magistral acabó con un minuto y medio de ovación de los 400 asistentes puestos de pie.
Cuando se comprometió con la Universidad a impartirla, un colega le pidió que hablara de la importancia de pasarlo bien, porque "así es como voy a recordarte siempre". Paush le contestó que eso era como pedirle a un pez que hablase de la importancia del agua, "No sé como no divertirme. Me estoy muriendo y lo estoy pasando bien porque no hay otra manera de vivir".
Actualmente, Randy Paush está haciendo preparativos para aliviar de la carga de su muerte a su mujer y a sus tres hijos pequeños, es lo único que le queda por hacer después de apurar la quimioterapia sin éxito. "La muerte es parte de la vida, no tengo miedo a la muerte, pero sé que la forma en que mata el cáncer que padezco va a ser una dura prueba para mi familia y lo que lamento es que no veré crecer a mis hijos, por eso este discurso es para ellos". Ha pedido a la Universidad, no obstante, que no haga copyright de su conferencia, que la deje abierta a todos.
Paush piensa morir en la playa, rodeado de su familia, y ahora está grabando vídeos para dejárselos cuando muera.
"Ya que no puedo cambiar las cartas, voy a disfrutar al máximo y sin amargura cada día que me queda y voy a jugar con mis hijos hasta que ya no pueda hacerlo."
Randy Paush es todo un hombre.

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