HONGOS EN EL BOSQUE

Ha llegado el otoño, el bosque dormido se puebla de vida, la vida de los hongos ocultos en la tierra y que salen a la superficie como seres mágicos en forma de setas. Algunos hongos se alimentan de hojas secas (hongos saprófitos), ramas y troncos caídos, estos hongos son los grandes limpiadores, jardineros del bosque y posibilitan la creación de suelo.
Otros hongos se agarran a las raíces de los árboles (hongos micorrízicos) y gracias a eso, se intercambian favores, los hongos ofrecen al árbol agua, nitrógeno y fósforo y el árbol le regala su savia ya elaborada. Por eso los árboles elegidos por estos hongos crecen más y son más fuertes que los que no tiene esa gran suerte.
Otros hongos son parásitos, que se introducen en árboles muy enfermos y los infectan, acelerando su declive y muerte. La naturaleza, de este modo, crea huecos en el bosque y posibilita así que crezcan nuevas plantas sanas. Naturalmente estos últimos deben ser un número mucho menor que los otros tipos para que se mantenga un buen equilibrio.
Por ser las setas parte de un organismo vivo, es necesario concienciarse de que no deben jamás arrancarse, sino cortarse dejando siempre viva y agarrada a la tierra la parte inferior, para que el año que viene se puedan encontrar nuevos tesoros en el mismo sitio.
Las setas es un maravilloso regalo que el bosque nos hace, por eso debemos procurar no deteriorar el sistema del bosque para crearlas.