VIVIR AL LÍMITE

Guillaume Depardieu

Pintó a su padre en un libro como un borracho mentiroso y materialista al que odiaba tanto como amaba. Con probable trastorno bipolar, Guillaume Depardieu, hijo de Gérard Depardieu y de su esposa Elisabeth, psicóloga, ha vivido al límite su corta vida hasta fallecer ayer por neumonía a los 37 años.
Se prostituyó, para encanallarse más que nada, para rebelarse contra el padre, famoso y reconocido, estuvo en prisión, abusó de las drogas y de la velocidad, incluso llegó a amenazar a su padre con un cuchillo. Tuvo varios accidentes de circulación muy graves, uno de ellos, accidente de moto, le mantuvo unos meses en 2003 en un hospital de París ( el mismo donde ha fallecido ahora) donde contrajo una enfermedad microbiana que obligó a que le tuvieran que cortar la pierna derecha.
Criticaba a su padre por haber hecho películas mediocres solamente para ganar dinero y de no querer divorciarse de su madre por la misma razón, el dinero. En realidad, probablemente, no sabía como acercarse a él y lo hacía desde la ira.
No fue solamente un chico malo, también fue un gran artista, sensible y emocional. Ahora pensaba grabar un disco. Hizo varias películas de éxito, pero durante el Festival de Gijón de 1999 destrozó la habitación del hotel en que se alojaba causando destrozos por valor de 130.000 pesetas de entonces, completamente borracho arrojó cerveza sobre los periodistas y trató de agredir al director del certamen, lo que logró impedir su guardaespaldas, tan borracho como él. A todo esto había ido a recoger un Premio a la Mejor Interpretación Masculina.
Ahora ha fallecido en París, víctima de una neumonía fulminante. El joven rebelde ha descansado al fin.