Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Il faut oublier
Tout peut s'oublier
Qui s'enfuit déjà
Oublier le temps
Des malentendus
Et le temps perdu
A savoir comment
Oublier ces heures
Qui tuaient parfois
A coups de pourquoi
Le coeur du bonheur
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Moi je t'offrirai
Des perles de pluie
Venues de pays
Où il ne pleut pas
Je creuserai la terre
Jusqu'après ma mort
Pour couvrir ton corps
D'or et de lumière
Je ferai un domaine
Où l'amour sera roi
Où l'amour sera loi
Où tu seras reine
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Je t'inventerai
Des mots insensés
Que tu comprendras
Je te parlerai
De ces amants-là
Qui ont vu deux fois
Leurs coeurs s'embraser
Je te raconterai
L'histoire de ce roi
Mort de n'avoir pas
Pu te rencontrer
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
On a vu souvent
Rejaillir le feu
De l'ancien volcan
Qu'on croyait trop vieux
Il est paraît-il
Des terres brûlées
Donnant plus de blé
Qu'un meilleur avril
Et quand vient le soir
Pour qu'un ciel flamboie
Le rouge et le noir
Ne s'épousent-ils pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Je ne vais plus pleurer
Je ne vais plus parler
Je me cacherai là
A te regarder
Danser et sourire
Et à t'écouter
Chanter et puis rire
Laisse-moi devenir
L'ombre de ton ombre
L'ombre de ta main
L'ombre de ton chien
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas.
Traducción:
No me dejes
Hay que olvidar
Todo se puede olvidar
Lo que ya se fue
Olvidar el tiempo
De los malos entendidos
Y el tiempo perdido
Para aclararlos
Olvidar esas horas
Que mataban a veces
A golpes de porqués
al corazón de la felicidad.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
Yo te ofreceré
perlas de lluvia
venidas de países
donde no llueve.
Yo escarbaré la tierra
Hasta después de mi muerte
Para cubrir tu cuerpo
De oro y de luz
Yo haré un reino
Donde el amor será rey
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
no me dejes
Yo te inventaré
Palabras locas
Que tu comprenderás
Yo te hablaré
De esos amantes
Que han visto por dos veces
Arder sus corazones.
Yo te contaré
La historia de un rey
Que murió por no haber
Podido encontrarte.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
Se ha visto a menudo
Resurgir el fuego
Del antiguo volcán
Que se creía demasiado viejo.
Existen tierras quemadas
Que dan más trigo
que un mejor abril
Y cuando viene la noche
para que un cielo arda
El rojo y el negro
¿Acaso no se unen?
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
no me dejes
No voy a llorar
No voy a hablar
Yo me ocultaré
Para mirarte
bailar y sonreír
Y escucharte
cantar y después reír
Déjame volverme
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes.
Hace treinta años que su cuerpo descansa en la Polinesia, cerca del pintor Gauguin, fue el belga más importante de todos los tiempos: Jacques Brel. Sus canciones eran las de un hombre crítico con la sociedad, especialmente con la suya, la belga. Su música ha acompañado nuestros sentimientos incluso muchos años después de su muerte, sucedida en París el nueve de octubre de 1978, cuando tenía 49 años. Pero fue el 11 de septiembre de 1959 la fecha que marcó su vida y la de toda una generación, apareció Ne me quitte pas, la canción que escribió a Suzanne Gabriello, a quien apodaba "Zizou", su amante parisina. Jacques estaba casado ( se casó a los 23 años) y tenía tres hijas. Su familia permanecía en Bruselas y él se había afincado en París para dar a conocer su obra. "Zizou" quedó embarazada, él prometió divorciarse pero no aceptó la paternidad y ella intentó suicidarse y lo abandonó. Entonces, atenazado por el miedo a perderla, Brel escribió esa canción que le haría mundialmente famoso y de la que se harían más de 3.000 versiones.
La canción del abandono y la desesperación que todos hemos cantado alguna vez y que es tan tierna, tan dulce, que Edith Piaf llegó a decir de ella que " los hombres no deberían cantar esas cosas". También los grandes sufren por la envidia.
2 comentarios:
Aysss como me alegro que hayas hecho una mención como esta...me encanta esta canción...tengo el C.D ...que voz!!! tiene canciones preciosas, me gusta mucho también "Je ne sais pas"...pero me gustan todas....
Besiños
Es que era un cantante con mucha garra, Moly, pero ésta marcó un hito porque antes nadie había cantado el abandono de manera tan desgarradora. Un abrazo.
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