Castillo de Chillon, en Montreaux
Viñedo
Hay un lugar donde el otoño se hace poesía y donde el paisaje está considerado patrimonio Cultural por la Unesco. Es la orilla suiza del lago Léman, la región de Lavaux con doce pueblos que se escalonan como las terrazas de la mítica Babilonia en bancales sostenidos por muros de piedra seca, entre la muralla próxima de los Alpes y la quietud del lago. Hay más de 400 kilómetros de talud que apuntala a unos 10.000 bancales donde desde el siglo XII los campesinos cuidan sus viñas.
Como la orilla está orientada al mediodía, la llaman la Riviera de los tres soles, el celeste, el que refleja el agua del lago y el que se queda pegado a los muros de piedra y con su calor produce un vino dorado y mágico.
La uva más abundante es la Chasselas y el 90% del vino es blanco. Ocho denominaciones de origen vigilan su calidad y pureza.
Los pueblos son postales de callejuelas, cuestas, antiguas iglesias y tabernas centenarias.
Ahora han creado una ruta, The Poets Ramble, señalizada con humildes bancos que miran el lago, donde uno puede sentarse a soñar. Esta orilla fue camino hacia Italia por eso en Montreux se halla el Castillo de Chillon, donde los Saboya vigilaban el camino. Este castillo, casi en el agua, es el monumento más visitado de Suiza y posee su propio vino, el Clos de Chillon.
3 comentarios:
Gracias cielo, por esta visita que me has dejado ver al leer tu relato, tiene que ser un sitio privilegiado.
UN BESO
Hola guapa,que bonito todo lo que pones en tu blog,debe de ser un lugar maravillo!!!!un beso y que tengas buen día
Gracias, Marisol y Anabel, me alegro mucho de veros por aquí. Besos.
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