jueves, 23 de octubre de 2008
Y PIDEN RESPETO
Los jueces piden respeto a la sociedad tanto para sus protestas como para sus sentencias pero es muy difícil en algunos casos que la sociedad pueda entenderles.
Es el caso por ejemplo de esta sentencia del Juzgado de lo Penal número 12 de Valencia. Un tipo llega de madrugada a su casa, de la que se había ido dos semanas antes sin explicaciones ni dar señales de vida en ese tiempo, vuelve bebido, su esposa dice que quiere el divorcio, discuten y él le pega un puñetazo en la espalda con resultado de lesiones. El juez considera probado todo esto, pero no le parece que sea maltrato porque no cree que se trate de un "ataque machista". Así que absuelve al acusado del delito de violencia doméstica de que lo acusaba el fiscal, que pedía un año de prisión y dos de alejamiento y le condena tan sólo a una multa de 180 euros por las lesiones producidas.
El juez ha tardado en dictar sentencia, desde 2006 que ocurrieron los hechos hasta ahora, porque mientras había presentado un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley Integral contra la Violencia de Género por entender que era discriminatoria contra el varón. El juez quiere ser juez y parte, pretende asumir la tarea del Parlamento y hacer él las leyes por las que después deberá velar. Así que en su sentencia dice que solamente podrá hablarse de maltrato cuando los golpes en el seno de la pareja sean discriminatorios. O sea, para él no basta con que el varón tenga una fuerza superior a la de la mujer, capaz de levantarla en peso incluso, no, hace falta que mientras la patea le grite que lo hace para discriminarla, por lo visto. Vamos que no le basta con que lesione la integridad física que es lo que debe juzgarse, hace falta que además, la humille. A él si que había que darle su propia medicina a cucharadas.
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