lunes, 30 de enero de 2012

EL TIRO POR LA CULATA




EL TIRO POR LA CULATA


Sacó el actualmente imputado juez Garzón una "contundente" nota de prensa hace dos días, en la que decía que "jamás" había solicitado patrocinios para sus estudios y volvía a cargar contra el Magistrado del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, que le imputa por valerse de su cargo para obtener fondos de grandes empresas que podrían ser posteriormente objeto de investigación penal a su vuelta a la Audiencia Nacional.


Como aquella famosa carta de "Querido Emilio", en la que solicitaba a Emilio Botín fondos para sus estudios en Nueva York, es vox populi desde hace mucho, y no sólo se conoce que las cartas existieron,  incluso se han publicado en prensa, sino que un procedimiento que instruía contra Botín por falsedad y otros delitos fue sobreseído a su vuelta tras obtener, presuntamente, la financiación que solicitaba en su carta, los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón, que ejercen la acusación particular, tienen previsto ahora recurrir el auto por el que Garzón ha sido  imputado de un delito de  cohecho impropio para solicitar que sea encausado también por prevaricación y un delito continuado de extorsión, que conllevaría pena de uno a cinco años de cárcel (artículo 243 del Código Penal).


Y han redactado una nota de prensa como contestación a la de Garzón, en la que consideran que el juez imputado "se coloca en una postura insostenible al negar la evidencia de sus solicitudes de patrocinio" a empresas como Telefónica, Banco de Santander, Banco BBVA, Cepsa y Endesa que eran "clientes o exclientes" de la Audiencia Nacional y que han quedado acreditadas durante el procedimiento" (Cepsa, BBVA y Telefónica tenían entonces causas pendientes en la Audiencia Nacional).


Insisten en que con las cantidades recibidas se pagaron los sueldos de su asistente personal en Nueva York en 2005 y 2006, cuando disfrutaba de un permiso de estudios concedido por el Consejo General del Poder Judicial.


La acusación cree que Garzón, valiéndose de su cargo, solicitó 2.595.375 dólares de estas empresas españolas, y obtuvo gracias a esas gestiones 1.237.000, lo que "no hubiera tenido lugar de no haber sido el juez Garzón, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, quien lo solicitaba". Y además no informó al CGPJ del dinero que obtuvo de la Universidad mientras, en excedencia, seguía cobrando su salario íntegro como juez. Calculan que Garzón cobró 10.000 dólares mensuales durante quince meses, de la misma cuenta de la Universidad de Nueva York donde las empresas a las que previamente había solicitado, ingresaban sus patrocinios.


Así que le va a salir el tiro por la culata.


Cuando los hechos son tan tozudos da lo mismo que salgan las Bardenes y compañía a dar gritos a favor de Garzón, la causa seguirá adelante.

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