viernes, 13 de enero de 2012
LA TRAGEDIA DEL PARO
LA TRAGEDIA DEL PARO
A menudo los políticos no son conscientes de las terribles tragedias que se esconden bajo la frialdad de los números. En España, por ejemplo, hemos superado ya los cinco millones y medios de desempleados, pero detrás de cada uno de ellos hay una situación límite que ignoramos.
El pasado domingo se suicidaba una pareja en Bari, Italia, y antes de suicidarse escribieron una carta que publica el semanario Oggi "Leeréis en los periódicos con cuanta dignidad saben morir dos ciudadanos asqueados de la hipocresía y de la crueldad de vosotros los políticos", dice en uno de sus párrafos.
Estaban ya hartos de suplicar, habían recurrido al alcalde, al primer ministro, a todas las instituciones y nadie, nadie les hacía caso.
La pareja, un matrimonio de mediana edad formado por Salvatore de Salvo, agente de comercio de 64 años y Antonia Azzolini de 69, relataron su calvario particular, sus penalidades, sus numerosas peticiones de ayuda a las instituciones italianas desde que en 2004 Salvatore perdió su trabajo, en una entrevista a una televisión local que desde el 17 de marzo de 2010 se puede ver en el canal Youtube. http://www.youtube.com/watch?v=YeqId6MN-kI
Al final de dicha grabación, Antonia musita entre lágrimas "quiero hacer cualquier cosa que me permita salir de este lugar infernal donde me encuentro, volver a hacer las cosas de siempre, tener una casa donde estar, cocinar para mi marido, seguir teniendo una vida".
Porque sin trabajo ni posibilidad a esas edades de encontrarlo, tras perder su casa y verse en la calle, desilusionados ambos por las promesas de los políticos que nunca se cumplían, la pareja intentó suicidarse sin éxito ya entonces, y acabó recluida en un asilo, "ese lugar infernal".
El asilo, "una ratonera con una humedad de locura", como la definió de Salvo, todavía les hizo algo peor, los colocó en habitaciones separadas. A una pareja que había compartido todo durante 45 años, esta separación les pareció peor que la muerte.
El epílogo de éste terrible drama, después de años de lucha por sobrevivir, se produjo el pasado domingo, cuando Antonia fue hallada muerta en el hotel Siete Mares de Bari, sobre la cama de la habitación 448, "con vistas al mar", que habían reservado expresamente para la ocasión, según los investigadores por ingesta de barbitúricos, y Salvador apareció ahogado en la playa. Las investigaciones apuntan a que no habiéndole hecho efecto a él la ingesta de barbitúricos y para seguir a Antonia hasta la muerte, prefirió adentrarse en el mar y ahogarse.
Esta es la historia, obligatoriamente esquematizada, de innumerables horas de dolor, lágrimas y tristeza de esta pareja. Pero en ella podemos vernos reflejados todos nosotros.
Desgraciadamente, la sociedad que halaga y adula al triunfador tiende a dar la espalda al que cae, al que pierde, al que no tiene suerte y, sin embargo, es el que más nos necesita.
La sociedad debe tomar conciencia de estas pequeñas tragedias que se están sucediendo a nuestro alrededor en estos momentos de crisis, no podemos hacer oídos sordos y mirar hacia otra parte mientras hay gente que dos casas más abajo de la nuestra se muere de hambre. Si los políticos no hacen nada nosotros tenemos la obligación de levantar nuestra voz y obligarles a escucharnos, además, por supuesto, de hacer lo que esté en nuestra mano para ayudar en estos casos en que las personas han llegado ya al límite de sus fuerzas.
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