miércoles, 25 de enero de 2012

REFORMA DE LA JUSTICIA




REFORMA DE LA JUSTICIA


Por fin alguien se decide a meterle mano a la Justicia y enmendar tanto desafuero. Mira por donde va a ser Alberto Ruiz-Gallardon, del que muchos habíamos dudado cuando llegó a ministro por sus gastos suntuarios como alcalde y su megalomanía, el que se atreva a hacerlo y esperemos que lo haga bien.


Acaba de anunciar la reforma de la Ley del Aborto, en la que se exigirá el consentimiento de los padres tanto para las menores de 16 años, como para las menores de 18 años. Y se defenderá el derecho a la vida según la doctrina del Tribunal Constitucional.


Habrá una nueva tasa para todo aquél que quiera recurrir en segunda instancia, por la cual los ciudadanos tendrán que hacerse cargo de las costas del proceso en el que intervengan "a partir de la segunda instancia", dinero que se reintegrará si el recurso prospera. Más que nada, supongo, para que desistan y se desahoguen los juzgados y tribunales, que están colapsados. Por supuesto, estarán exentos del pago las personas que demuestren carecer de recursos económicos suficientes.


Se reformará también la Ley del Menor que tal y como está sólo contenta a los delincuentes. Cuando en un mismo caso haya implicados adultos y menores serán juzgados conjuntamente y no por separado, aunque a los menores se les siga aplicando la legislación prevista.


Se estudiará implantar la pena de "prisión permanente revisable", en línea con otros países europeos que así la tienen, para esos casos especiales, como algunos que todo conocemos, que por su brutalidad o dimensión causan gran alarma social. 


También se va a reformar el modo de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial para que sean los jueces los que elijan a sus jueces,  ocho de los miembros serían designados por las cortes y doce por los propios jueces, y acabar así con la sensación ciudadana de luchas políticas dentro del CGPJ.


Y los presos de ETA tendrán que pedir perdón de forma individual y mostrar ánimo de reparación del daño antes de pedir la revisión de su pena, nada de indultos colectivos porque no los admite la Constitución.

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