NO NOS LO PODEMOS PERMITIR

NO NOS LO PODEMOS PERMITIR


Quieren callarnos la boca, ahora que han salido a la luz las andanzas de Iñaki Urdangarín, con el pretexto de que el presupuesto oficial destinado a los gastos de la Casa del Rey es "solamente" de 8,43 millones de euros. Pero es que ahí no se cuentan ni la mitad de los gastos.


Resulta que con motivo del viaje de Urdangarín en avión desde Washington a Londres, de Londres a Barcelona y desde ahí, ya por carretera, a Vitoria para visitar a su padre enfermo, se ha descubierto que va rodeado de escoltas que pagamos todos, y eso que es un presunto delincuente.


El número de escoltas entre Policías y Guardias Civiles exclusivamente dedicados al servicio de la Casa del Rey, sin contar el personal militar, asciende a más de cuatrocientas personas que son pagadas a cargo del Ministerio del Interior y no del dinero que recibe el Rey como asignación.


La Comisaría especial de la Casa del Rey está compuesta por un comisario de nivel 28, cuatro inspectores de nivel 26, diez inspectores de nivel 25 y dos oficiales de nivel 24, y a estos se le añade un cuerpo policial exclusivamente dedicado a labores de acompañamiento y vigilancia, que se compone de 13 inspectores jefes o inspectores de nivel 24, 12 subinspectores de nivel 22 y 162 policías de la escala básica. es decir 202 miembros del Cuerpo Nacional de Policía destinados exclusivamente a labores de vigilancia y seguridad de la Casa del Rey.


Pero es que de la Guardia Civil tienen una cantidad similar de personal también al servicio de los integrantes de la Familia Real. Ahí no están contemplados la Guardia Real ni otros militares al servicio y disposición de la Casa del Rey, que suman también más de doscientos y que corren a cargo del Ministerio de Defensa. Todos esos salarios están al margen de los famosos 8,43 millones que recibe el Rey para sus gastos.


Igualmente están al margen de esos 8,43 millones, los cerca de 70 vehículos públicos de alta gama para el uso y disfrute de la Familia Real, así como su mantenimiento y el pago de honorarios de sus chóferes. Igualmente, pagamos aparte el mantenimiento del yate Fortuna y la conservación y empleados necesarios en todos los inmuebles Patrimonio del Estado que están a disposición de la Familia Real, desde la Zarzuela, Marivent, la casa del Príncipe, etc..., cuyos gastos corren por cuenta del Ministerio de Economía y Hacienda.


Igualmente pagamos sus numerosos viajes al extranjero, abonados por el Ministerio de Exteriores, no solamente sus viajes oficiales, ojo, sino todos sus desplazamientos particulares.


Total que de los 507 empleados del Palacio de la Zarzuela, solamente 18 son pagados a cargo del presupuesto de la Casa del Rey, el resto lo paga el Gobierno, es decir, todos nosotros con nuestros impuestos. ¿Realmente nos lo podemos o queremos permitir? Esa es la cuestión.