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Una elegante manera de regalar nuestras galletas puede ser dentro de esta caja hexagonal realizada en cartulina.
Algunas personas me han enviado correos electrónicos preguntando por estas cartulinas estampadas que no es fácil encontrar en papelerías, donde suelen ofrecernos solamente las lisas. Tanto en Aldi como en Lidl, traen de vez en cuando cuadernos de cartulinas para manualidades y es la ocasión para proveernos de ellas, a veces incluso son reversibles, es decir de un color diferente por cada cara, que son las que más me gustan.
Estas cajas son tan fáciles de realizar que pueden ser un buen entretenimiento para niños en tardes de lluvia, cuando no se puede salir a jugar al jardín, así las tendremos preparadas cuando las necesitemos.
Entre lo que vamos a necesitar aparte de las cartulinas, un tubo de cola para manualidades, puntos adhesivos, o incluso cinta adhesiva de doble cara para fijar bien las pestañas de la base, sobre todo si se trata de galletas algo pesadas.
También pueden terminarse las cajas con lanas, botones o encajes, mi abuela guardaba todas esas cosas clasificadas por tipos en bolsas de lencería y en ellas siempre se podían encontrar algún "tesoro" para terminar de decorar una caja.
La cartulina que vamos a usar:
Hacemos la plantilla:
La plantilla ya recortada:
Debemos doblar la cartulina siguiendo las líneas de los hexágonos de arriba y abajo, con objeto de que coincidan perfectamente a la hora de montar la caja.
Hay que plegar hacia dentro las dos pestañas del hexágono superior, las del lado sin hendidura, y asimismo las de la parte inferior.
Hay que pegar la pestaña larga con el lado opuesto para cerrar todo el largo de la caja.
Podemos pegar en la hendidura para el dedo un trozo de lana con un botón que sirva de adorno e indique al mismo tiempo por donde se abre.
También le podemos pegar una pequeña etiqueta indicando el contenido.
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