viernes, 15 de marzo de 2013
ESTADO DE INDEFENSIÓN
ESTADO DE INDEFENSIÓN
España no es un Estado de derecho sino más bien un Estado de indefensión de los ciudadanos frente a la casta política, a la que encima costeamos todas sus tonterías.
Según informa el diario El Mundo, el Supremo acaba de inadmitir los recursos de la AVT y la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra la decisión de la Audiencia de Madrid de cerrar el caso contra Sánchez Manzano, ex comisario jefe de los Tedax, que ordenó a su equipo destruir todas las pruebas, como él mismo ha reconocido ante el juez. Y eso que el Reglamento de los Tedax especifica con meridiana claridad que todas las muestras recogidas en el escenario de un crimen deben conservarse.
Y también incumplió Sánchez Manzano ese Reglamento cuando no envió las muestras de explosivos a la Policía Científica. Son los informes de la Policía Científica los únicos que tienen valor probatorio en un juicio, los desactivadores de explosivos Tedax sólo hacen informes técnico-periciales para orientar la investigación.
Lean el libro Titadyn, de un perito independiente, el químico Antonio Iglesias, y se darán cuenta de muchas cosas que nos han mantenido ocultas.
Las víctimas deberían recurrir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, porque sólo una Justicia de verdad independiente puede hacer luz en este asunto, aunque muchos lo tenemos muy claro desde hace años; ante cualquier crimen lo primero que hay que preguntarse es a quién beneficia y sabemos muy bien a quiénes benefició aquella masacre.
Recordemos, así de pasada, el ascenso y la medalla a Sánchez Manzano y las medallas a Gómez Bermudez, por los servicios prestados.
Pero nuestra indefensión jurídica no acaba ahí, estamos asistiendo desde hace meses a las burlas y befas que se han traído Urdangarín y su socio a nuestra costa con el dinero público. Hoy nos da el mismo diario El Mundo la noticia de un nuevo correo electrónico aportado por Torres, que en sí mismo esto de ir dando por entregas los correos es otra burla más que el juez no debería permitir, correo en el que Urdangarín pidió ayuda a su suegro, el Rey, para agilizar el patrocinio de la empresa francesa de objetos de lujo, Louis Vuitton Möet Hennessy (LVMH), con el objetivo de financiar el proyecto Valencia-Summit.
Urdangarín le reclama al Rey que hable con Bernard Arnault (y encima escribe mal el nombre), propietario del grupo y el hombre más rico de Francia. También había recurrido Urdangarín a los buenos oficios de su cuñado Marichalar pero pensaría que el Rey tendría más peso. En otro correo le pide al Rey que consiga la presencia de grandes personalidades en el Valencia-Summit. Según el periódico el Rey llegó a pedir 200.000 euros al magnate francés, pero éste sólo entregó 100.000 euros para el evento.
Los españoles tenemos derecho a que toda esta pandilla de vividores de uno y otro signo pase unos años a la sombra por cuenta del Estado en algún centro penitenciario y el inimputable, que se vaya a las Bahamas, como muy cerca, con su entrañable amiga Corinna Larsen.
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