EL DEDO EN EL OJO
Ocupado anda Chavez, no ya en meter el ojo propio en las empresas españolas que han invertido en Venezuela, sino en meter el dedo en el ojo de todo el que se deje.
Pero mira por donde surge ahora la noticia de que Chavez suelta adrenalina en la política con "aseveraciones continuadas", según definición cursi de Moratinos, porque a la hora de la verdad ya no siente ardor por las mujeres ni por el beisbol, desde que besó a un travesti en un viaje a Brasil. Desde ese día, no ha vuelto a ser el mismo, dicen. Así que sólo le queda ir de "machito" en política, mientras pueda y le dejen.
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