lunes, 19 de noviembre de 2007

PALOMAS

Patio de luces de la discordia

El símbolo de la paz, en este caso, lo que trajo fue la guerra

Una vecina de Oviedo tendrá que abandonar su piso de alquiler, donde lleva viviendo 37 años, por haber cometido el delito de alimentar las palomas cercanas. Aquello de dar de comer al hambriento, se ve que no reza en Oviedo. La Audiencia Provincial en una sentencia sin precedentes en España le ha suspendido el contrato por cometer "actividades molestas e insalubres" para la convivencia.
La señora M.E.A., alimentaba palomas que no son suyas, sino del Ayuntamiento de la ciudad, pero que acudían a su terraza y, por pena, les daba miguitas de pan. Al parecer eran tantas las palomas hambrientas, que inutilizaron el patio de luces del edificio con sus nidos y sus excrementos, claro que lo inutilizaron porque nadie lo limpiaba, si se limpiara a diario no se hubiera llegado a esa situación.
La Comunidad de vecinos, tan comprensiva como todas las Comunidades, denunció el caso. El Tribunal del Juzgado de Primera Instancia nº 4, la condenó a desalojar el piso por cinco meses, dado que era difícil que encontrara otro piso como este que ocupa aquí, en zona céntrica, por los 30 € que paga actualmente de alquiler.
Pero como al volver, a pesar de que la mujer niega ser la causante del problema, los vecinos volvieron a denunciar, al final han conseguido que la Audiencia Provincial la ponga en la calle. El Fiscal podría muy bien haber interpelado al Ayuntamiento, propietario de las palomas, para saber por qué andaban por allí, porque si son excesivas, cabe esterilizarlas o trasladarlas de lugar, pero es más fácil poner en la calle a una pobre anciana. ¿Dónde residirá ahora, qué piso podrá pagar con su pensión? Eso, al parecer, no preocupa ni a los vecinos del bloque ni a la Audiencia Provincial.

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