Lachlan Nally junto a su madre y su hermano menor
Un valiente chico australiano de 11 años, Lachlan Nally, sufrió un accidente de tráfico mientras viajaba con su padre. Tras el choque, el niño comprobó que su padre no se movía.
Sin un instante de vacilación, Lachlan lo tendió sobre la hierba y le hizo el boca a boca hasta que se dio cuenta de que su padre volvía a respirar.
Entonces, echó a correr y recorrió sin parar tres kilómetros hasta que llegó a un hotel, donde contó lo ocurrido. Desde allí, los responsables del hotel avisaron a una ambulancia que acudió de inmediato al lugar del suceso.
Ahora, el herido se recupera satisfactoriamente de sus heridas y el niño, que solamente tenía heridas leves, ha comentado modestamente a los periodistas que le asedian como a un héroe, que solamente hizo lo que había que hacer.
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