martes, 15 de enero de 2008

¿POR QUÉ NOS GUSTAN LAS COSAS CARAS?




La revista" Proceedings", ha publicado un estudio que llega a la conclusión que aumentar el precio de un producto provoca que se disfrute más de él independientemente de su calidad real. Parece que el precio de un producto influye directamente sobre las espectativas que depositamos en sus cualidades y la satisfacción que se obtiene al consumirlo, un truco de marketing que juega con la subjetividad de los consumidores y la maneja de modo que el consumidor pague más por algo que probablemente no lo merece y además sea feliz pagando ese sobreprecio.
El responsable de esto, según el estudio realizado por el "California Institute of Technology", es el cortex orbitofrontal medial, que regula el placer subjetivo. En general la gente piensa que el placer que el cerebro registra depende sólo de valores objetivos pero las expectativas influyen también en el placer que se obtiene de una experiencia determinada y el precio es uno de los factores que las modulan. Por ejemplo, si una bebida vale 100 euros en lugar de 12, el cortex orbitofrontal medial se activa y hace que nos sepa mejor.
Durante la investigación, se sirvió vino a un grupo de 20 personas diciéndoles que se iba a evaluar el tiempo entre la degustación del vino y la percepción de su sabor y que probarían cinco tipos de vino diferentes, identificados con su precio.
La realidad es que los vinos eran solamente tres y a dos de ellos, se les cambiaba el precio en la segunda cata. El vino A y el vino B fueron bebidos en dos ocasiones por los participantes, una vez identificados el A como de 45 dólares y el B como de 10 dólares y la segunda vez, el mismo A identificado como de 45 dólares y el mismo B, como de 90 dólares. Cuando se les preguntó cual les gustaba más, todos, sin excepción, decían que el de 90 dólares, a pesar de ser el mismo que habían bebido con la etiqueta de 10 dólares. Los resultados fueron concluyentes, cuanto más caro era el vino que creían beber, mayor era la actividad que se registraba en el cortex orbitofrontal medial.
Los resultados muestran como la imagen que se crea sobre un producto cambia la percepcion que se tiene de él y su valoración. Las técnicas de marketing pueden así afinar sus estrategias para llegar al consumidor.
Lo que no dice el estudio pero se entiende perfectamente es que la gente es bastante snob y no se guía por sus propios gustos a la hora de decidir, sino por lo que "se supone" que debe gustarle.

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