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Una cepa peligrosa y potencialmente letal, según la Universidad de California, sin relación alguna con el VIH y que solamente se puede combatir con antibióticos intravenosos muy costosos, está atacando a la población gay de San Francisco, Boston, Nueva York y Los Angeles. El temor es que la enfermedad pueda llegar a la población en general, porque entonces sería imparable el contagio masivo. Se descubrió primero en los nueve Hospitales de San Francisco, la infección se sitúa en las nalgas, genitales y perineo y en todos los casos se observó que solamente lo padecían aquellos hombres que habían tenido relaciones sexuales con otros hombres.
En 2005 ya murieron 19.000 estadounidenses debido a esta superbacteria. La mejor terapia, como siempre, la prevención.
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